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Caso ántrax: fabricando la "amenaza islámica"

Altos cargos de la Casa Blanca ordenaron al FBI que acusara de la amenaza del ántrax a "Al-Qaida"


James Gordon Meek
The Daily News - Washington Bureau

WASHINGTON - El Daily News ha sabido que durante los ataques con ántrax de 2001, altos cargos de la Casa Blanca presionaron repetidamente al director del FBI, Robert Mueller, para que dijera que se trataba de una segunda oleada de ataques de "Al-Qaida", pero los investigadores no lo hicieron.

Tras la muerte por exposición al ántrax de Robert Stevens, editor fotográfico del Sun, el 5 de octubre de 2001, Mueller fue "vapuleado" durante las sesiones sobre servicios de inteligencia del presidente Bush por no producir "pruebas" de que las esporas letales eran la obra del terorista Osama Bin Laden, según ha declarado un antiguo asesor.

"Ellos querían realmente acusar a alguien de Oriente Medio", declaró a The News el alto responsable del FBI, hoy retirado.

El 15 de octubre de 2001 el presidente Bush dijo: "Puede haber algunos vínculos" con Bin Laden. El vicepresidente Cheney también dijo que los esbirros de Bin Laden habían sido entrenados "en extender y usar este tipo de sustancias, así que sólo hay que unir todas las piezas".

Pero para entonces el FBI ya sabía que el ántrax encontrado en las cartas dirigidas a los medios de comunicación y a un senador de los Estados Unidos eran de origen militar, de la sección de armas biológicas.

"Enseguida supimos que esto no era algo que un tipo pudiera obtener en una cueva", dijo el antiguo alto cargo del FBI. "No podían pasar de cúters una semana a ántrax de nivel de armamento a la siguiente."


Fuente: The New York Daily News, 2 de agosto de 2008
Traducción Observatorio de la Islamofobia



Véase también sobre este tema:

Cuestiones claves del caso ántrax

Se suicida una de las cabezas visibles de la operación ántrax

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Cuestiones claves del caso ántrax




por Glenn Greenwald


El principal sospechoso para el FBI de los ataques con ántrax de septiembre de 2001, Bruce E. Ivins, murió el martes por la noche, en lo que aparentemente fue un suicidio, justo cuando el Departamento de Justicia estadounidense acababa de acusarle de ser el responsable de los ataques.

Durante los últimos dieciocho años Ivins fue un investigador de élite sobre el ántrax en los laboratorios de investigación de armas biológicas del gobierno estadounidense en Fort Detrick, Maryland, donde era uno de los científicos responsables sobre el ántrax en el Instituto de Investigación Médica sobre Enfermedades Infecciosas del Ejército Estadounidense (U.S. Army Medical Research Institute of Infectious Disease - USAMRIID).

Los ataques con ántrax han sido uno de los grandes misterios de la era post 11-S. Tras el propio 11-S, los ataques con ántrax han sido probablemente el acontecimiento con más consecuencias dentro de Estados Unidos de la presidencia de Bush. Los ataques del 11-S fueron obviamente traumáticos para el país, pero, sin los ataques con ántrax, el 11-S podría haber sido percibido como un suceso excepcional, aislado. Fueron realmente las cartas del ántrax -la primera enviada el 18 de septiembre, exactamente una semana después del 11-S- las que hicieron subir radicalmente los niveles de pánico y las que crearon el clima que dominaría los Estados Unidos por los siguientes años. Enviado directamente al corazón de las principales instituciones políticas y mediáticas del país (al líder de la mayoría del Senado, Tom Daschle; al senador Pat Leahy; a la figura prominente de NBC News Tom Brokaw, y a otros medios destacados), fue el ántrax lo que creó la impresión de que el propio orden social estaba seriamente amenazado por el "radicalismo islámico".

Si el fallecido Ivins fue realmente quien estaba detrás de los ataques, esto significa que el ántrax salió de un laboratorio del gobierno estadounidense, y que fue enviado a sus destinatarios por un científico de élite del ejército norteamericano en Fort Detrick. No hace falta recurrir a especulaciones de ningún tipo para darle a este hecho la importancia que tiene. Desde el comienzo hubo un claro intento por parte del atacante con ántrax de crear un vínculo entre los ataques con ántrax, los ataques del 11-S y los "radicales islámicos".

Esta era la carta enviada a Leahy:

"Tenemos este ántrax.
Vas a morir ahora.
¿Tienes miedo?
Muerte a América.
Muerte a Israel.
Allah es grande."

Estos ataques pusieron a la población estadounidense en un estado de intenso miedo al "terrorismo islámico", mucho más de lo que los ataques del 11-S por sí solos hubieran podido lograr.

Además hubo un intento específico -que contó con la indispensable ayuda de ABC News- de vincular el ántrax, además de con los "terroristas islámicos", con Iraq y Saddam Hussein. Bajo mi punto de vista, y he escrito sobre ello numerosas veces y en detalle, el papel desempeñado por ABC News en este episodio es el más grande escándalo mediático de esta década. La noticia del suicidio de Ivins y de que los ataques con ántrax partieron seguramente de Fort Detrick, aportan nuevos datos clave y demuestran lo escandalosa que continúa siendo la conducta de ABC News en este asunto.

Durante la última semana de octubre de 2001, ABC News, dirigida por Brian Ross, proclamó sin descanso en su sección de noticias destacadas que las pruebas llevadas a cabo sobre el ántrax por el gobierno -pruebas realizadas en Fort Detrick- revelaban que el ántrax enviado a Daschele contenía el aditivo químico conocido como bentonita. ABC News proclamaba una y otra vez que la presencia de bentonita era la prueba irrefutable de que Iraq era el responsable de los ataques, dado que -como repetía ABC News- la bentonita era "la marca de fábrica del programa de armas biológicas del líder iraquí Saddam Hussein" y "sólo un país, Iraq, ha usado bentonita para producir armas biológicas".

Las alegaciones de ABC News -que dijeron al principio provenir de "tres fuentes bien informadas pero distintas", y luego de "cuatro fuentes bien informadas pero distintas"- fueron completamente falsas desde el inicio. Nunca se detectó bentonita en el ántrax enviado (algo que a duras penas ABC News reconoció por primera vez en 2007, como resultado de mis reclamaciones continuas para que lo hicieran). Ninguna prueba detectó nunca la presencia de bentonita. El argumento fue simplemente falso desde el principio.

Esto quiere decir que "las cuatro fuentes bien informadas pero distintas" les suministraron información que era completamente falsa -información falsa que creó un vínculo muy importante en la mente de la gente entre los ataques con ántrax y Saddam Hussein.

Y a pesar de los desmentidos constantes, cuatro fuentes bien informadas y distintas habían dicho a ABC News que las pruebas iniciales sobre el ántrax enviado realizadas por el ejército estadounidense en Fort Detrick, Maryland, habían detectado restos de los aditivos químicos bentonita y silica. Dos días antes, Ross apareció en el telediario de la noche de ABC News con Peter Jennings y, como noticia principal, dijo entrecortado: El descubrimiento de la bentonita se ha producido en una serie de pruebas realizadas en Fort Detrick, Maryland, y en otros lugares. Ross aludió claramente a cuatro fuentes solventes distintas que tenían conocimiento especial de las pruebas realizadas, lo que nos deja entender que tenían alguna conexión con el laboratorio donde se realizaron las pruebas: Fort Detrick. Esto quiere decir que el mismo laboratorio gubernamental de donde justamente salieron los ataques con ántrax era el lugar donde se originaron los falsos informes que acusaban de estos ataques a Iraq.

Es muy posible que la misma gente responsable de perpetrar esos ataques fue la que también suministró los falsos informes al público, a través de ABC News. Lo que sabemos con certeza -como resultado de las cartas que acompañaban el ántrax- es que quien perpetrara los ataques quería que la opinión pública creyera que habían sido enviados por musulmanes.

Quizás es difícil de recordar para mucha gente siete años después, pero estos informes de ABC News vinculando a Saddam Hussein y el ántrax calaron muy hondo -como estaba previsto- en nuestro discurso público y en la conciencia popular. Estos informes fueron absolutamente vitales para crear la impresión de que los "terroristas islámicos" en general, e Iraq y Saddam Hussein en particular, eran amenazas graves y letales para este país.

El Weekly Standard publicó dos largos artículos atacando al FBI por centrarse en posibles sospechosos de dentro del país e insistiendo en que Saddam Hussein era uno de los orígenes más que probables de esos ataques. En noviembre de 2001 publicaron un artículo que comenzaba:

"Sobre el asunto clave de quién ha enviado el ántrax, es hora de que demos crédito al sitio web de ABC, ABCNews.com. Aquí ofrecemos un fragmento de un artículo escrito a finales de la semana pasada por Gary Matsumoto, que da nueva credibilidad a la teoría de sentido común de que Al Qaeda o Iraq -y no alguien de aquí del tipo de Ted Kaczynski- está detrás del ataque bacteriológico."

El Weekly Standard publicó otro artículo mucho más largo y más dogmático en abril de 2002 apoyando una vez más los argumentos de la "bentonita" y defendiendo que "Hay pruebas altamente significativas que vincularían a Iraq con el último caso de terrorismo con ántrax". Laurie Mylroie, del Instituto de la Empresa Americana [American Entreprise Institute], que ya tenía escrito un artículo vinculando a Saddam Hussein con el 11-S el mismo 13 de septiembre, expresamente declaró en noviembre de 2001 que "hay pruebas aplastantes de que los ataques con ántrax están conectados con Iraq", y basaba esta acusación casi exclusivamente en el informe de ABC News y de Ross (Mylroie: "Evidence Shows Saddam Is Behind Anthrax Attacks").

Y fue entonces cuando el presidente Bush nombró a Iraq miembro del "Eje del Mal" en su alocución sobre el estado de la unión de enero de 2002 -sólo dos meses después del informe de ABC News, cuando los ataques con ántrax estaban todavía muy presentes en las mentes de los estadounidenses- e hizo esta declaración:

"El régimen iraquí está conspirando desde hace una década para desarrollar ántrax, y gas nervioso, y armas atómicas..."

La alusión a Iraq fue la única referencia en la alocución al entonces irresuelto asunto de los ataques con ántrax. Y la vinculación Iraq-ántrax fue hecha de este modo explícito en un momento en que, como sabemos ahora, ya se tenía planeado el ataque a Iraq.


Extraído de
"Vital unresolved anthrax questions and ABC News"
Salon.com, 1 de agosto de 2008
Traducción Observatorio de la Islamofobia

Véase también:
Se suicida una de las cabezas visibles de la operación ántrax




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Islamobamafobia


Una nueva palabra entra en el diccionario


por Rannie Amiri



Después de comprobar que una búsqueda en Google no daba resultados, decidí tomarme la libertad de introducir el término "islamobamafobia" en el lenguaje y en el discurso de la campaña presidencial de Estados Unidos de 2008.

Antes de proponer una definición, es importante comenzar por comprender su origen y su derivación del término más común de "islamofobia".

Islamofobia fue acuñado bastante antes del 11 de septiembre de 2001, y se define sencillamente como el miedo o la aversión al Islam y a los musulmanes. Runnymede Trust, un think tank británico que promueve el multiculturalismo y la diversidad, realizó un análisis formal en 1996. Firmado por la Comisión de Musulmanes Británicos, el informe Islamophobia: A Challenge for Us All se publicó en 1997 (1).

El informe establece ocho rasgos característicos de la islamofobia. Entre ellos, la percepción de los musulmanes como "los separados y los otros -que no tienen objetivos o valores en común con otras culturas", y también la exhibicion de "una hostilidad hacia el Islam que sirve para justificar prácticas discriminatorias contra los musulmanes y la exclusión de los musulmanes de la sociedad normal".

Bien, ¿y qué es la islamobamafobia?

Es el miedo de que Barack Obama sea, o pueda ser, simpatizante de los asuntos y los problemas de los musulmanes. De modo importante, describe también los subsiguientes intentos de Obama de borrar esta idea.

Inicialmente el miedo era que el propio Obama fuera musulmán. La idea fue diseminada por la campaña de Hillary Clinton en varias formas. Obama fue descrito como "el separado y el otro" esbozado por Runnymede. La yuxtaposición confusa de este miedo con la islamofobia abierta fue lo que llevó a la portada del 21 de julio de The New Yorker (2).

Aunque todavía hay una pequeña (pero no insignificante) parte de la población estadounidense que sigue sospechando que Obama es musulmán, este miedo ha sido superado por el terror de que Obama pueda inclinarse a entenderse con los musulmanes, o con el mundo musulmán.

Obama ha hecho todo lo humanamente posible para disipar estas ideas lo más rápidamente posible, tanto cuando en su discurso ante el Comité Americano-Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC en sus siglas en inglés) prometió todo Jerusalén para Israel como su capital indivisible, como cuando votó la ley del Acta de Vigilancia de la Inteligencia Exterior, que daba inmunidad retroactiva a las compañías de telecomunicaciones cómplices con la administración Bush en la vigilancia electrónica sin control judicial.

De hecho, las pruebas de la veracidad de la islamobamafobia son abrumadoras y su corolario es finalmente que el propio Obama se ha convertido en un perpetrador de islamofobia para distanciarse de las sospechas de que alguna vez pueda tratar a los musulmanes como iguales.

"Luchar contra las difamaciones"

En la sección "Luchar contra las difamaciones" [“Fight the Smears”] de su sitio web, Obama se refiere despreciativamente a la creencia de que el pueda ser musulmán como una "difamación" más que como un error, con lo que implícitamente demoniza a los que se adhieren al Islam. A pesar de las objeciones expresadas sobre estos términos, la palabra "difamación" no ha sido quitada.

No en mi foto

Durante la fase de la campaña en Detroit, en junio, a dos mujeres que llevaban hiyab se les impidió sentarse tras el estrado de Obama, para evitar que aparecieran en la imagen de las cámaras que cubrían el evento (3). Los responsables de la campaña negaron que tuvieran una política específica de prohibir a los musulmanes ser vistos con Obama. Sin embargo los hechos señalan que dos voluntarios de la campaña distintos, y en dos incidentes separados, impidieron a las mujeres sentarse en el telón de fondo del evento televisado.

"El mensaje que yo pienso que nos hicieron llegar fue que no quieren que se asocie a Obama con musulmanes o con partidarios musulmanes", dijo una de las mujeres.

Otra de las señas de identidad de la islamofobia, según el informe de Runnymede, eran las "...prácticas discriminatorias contra los musulmanes y su exclusión de la sociedad normal".

Obama tuvo que presentar sus disculpas, pero sólo después de que se viera confrontado por un airado Keith Ellison, de Minnesota, el primer congresista americano musulmán, en una sesión a puerta cerrada en el Congreso (4).

El propio Ellison ya ha sido rechazado por Obama, cuando se ofreció a hablar a favor de su candidatura en una mezquita de Cedar Rapids, en Iowa (5). Según Ellison, un asistente de Obama se presentó en su despacho de Washington para explicarle que la razón por la que no querían que hablase a favor de Obama era que ellos tenían "un mensaje muy compacto". También le conminaron a cancelar concentraciones a favor del candidato en Carolina del Norte.

A diferencia de los muchos encuentros que ha tenido con grupos cristianos y judíos en iglesias y sinagogas, Obama todavía no ha celebrado ni un simple acto público en una mezquita, ni ha hablado a los musulmanes en ninguna ocasión. La estrategia de ignorar a la comunidad musulmana americana puede ser incluso contraproducente en estados como Michigan, Ohio o Pennsylvania, que tienen una significativa población musulmana y que son además claves para ganar las elecciones de noviembre.

No se permiten corbatas verdes

El sitio web Politico publica la surrealista noticia de que Obama presuntamente prohibió a alguien llevar ropa verde durante su reciente viaje a Jordania, Israel y Ramallah, temiendo que esto pudiera asociarse a Hamas (6).

La noticia cita a Mohamad Bazzi, profesor de periodismo en la universidad de Nueva York y antiguo jefe de redacción sobre Oriente Medio en Newsday, que habría dicho: "Supongo que el verde es el 'color de Hamas'".

Richard Bulliet, profesor de historia de Oriente Medio en la universidad de Columbia, describe esta orden de Obama como "...cauta hasta lo ridículo".

Tal comportamiento, extremo, fuera de lugar e irracional, por parte de Obama va mucho más allá de adaptarse al proverbial clima político de estos días. Es una discriminación manifiesta, que niega la "esperanza" y el "cambio" que él proclama querer llevar a la Casa Blanca si fuera presidente.

Cuando se trata de la islamofobia -o ahora más exactamente llamada islamobamafobia- Barack Obama es su víctima y, cada vez más, su culpable.


Notas:

1. "Islamophobia: A Challenge For Us All". Runnymede Trust, 1997.

2. http://www.newyorker.com/online/covers/slideshow_blittcovers

3. “Muslims barred from picture at Obama event.” Ben Smith para Politico.com, 16 de junio de 2008.

4. “Muslim Lawmaker Confronted Obama Behind Closed Doors on Head Scarf Gaffe.” The Hill’s Blog Briefing Room, 23 de junio de 2008.

5. “Muslim Voters Detect a Snub from Obama.” The New York Times, 24 de junio de 2008.

6. “Obama ban: What not to wear where?” Carrie Budoff Brown y Ben Smith para Politico.com, 21 de julio de 2008.

Fuente: Counterpunch, 1 de agosto de 2008
Traducción Observatorio de la Islamofobia


Véase también:

Naomi Klein: Obama, ser llamado musulmán no supone ser difamado

El candidato Obama pide perdón por haber tenido una familia musulmana

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Se suicida una de las cabezas visibles de la operación ántrax

David Alandete - Washington

Uno de los más reputados microbiólogos de Estados Unidos se suicidó el martes, después de convertirse en el principal sospechoso al que el FBI investigaba en relación con los envíos de esporas de ántrax por correo en 2001, tras los que murieron cinco personas. Bruce E. Ivins, de 62 años, había trabajado durante 18 años en el Instituto Militar para el Estudio de Enfermedades Infecciosas, investigando sobre la vacuna contra el ántrax, una enfermedad también conocida como carbunco y utilizada como arma bacteriológica. Una de las líneas de investigación del FBI que se filtraron ayer es que Ivins podría haber liberado las bacterias de ántrax para poder probar sobre humanos la vacuna sobre la que estaba trabajando.

Fue Ivins quien se encargó de analizar las esporas de esta bacteria que aparecieron en el Capitolio, diversas estafetas de correos y oficinas de medios de comunicación en Florida y Nueva York en otoño de 2001. Las cartas llegaron en dos oleadas, todas enviadas desde Nueva Jersey. La primera remesa se envió a redacciones de periódicos e informativos de televisión el 18 de septiembre. La segunda, recibida en el Congreso, tenía un matasellos del nueve de octubre. En principio, se sospechó que Al Qaeda estaba tras los ataques.

Con el tiempo, el FBI descubrió que la cepa que se utilizó en los atentados era idéntica a la que utilizaba el Pentágono para investigar sobre la vacuna contra el ántrax en un laboratorio de la base militar de Fort Detrick, cerca de Washington. Los agentes encontraron, además, restos bacteriológicos en diversas habitaciones de este edificio.

Inicialmente, las investigaciones del FBI se centraron en un ex colega de Ivins, el virólogo Steven Haftill, de 54 años. En un informe elaborado para la empresa privada en la que trabajaba desde 1999, la Corporación Nacional de Ciencia Aplicada, Haftill y otros colaboradores habían diseñado un simulacro de ataque con ántrax a diversos puntos de EE UU. Los agentes del FBI lo consideraron una fuente de inspiración para los ataques de finales de 2001. En 2006 el director del FBI, Robert S. Mueller, cambió al equipo de investigación por considerar que el caso estaba estancado.

Fue entonces cuando las pesquisas se centraron también en Ivins. En marzo de este mismo año, el FBI acabó exculpando a Haftill por falta de pruebas. El científico que más había trabajado en EE UU en la vacuna contra el carbunco era el único sospechoso en el mayor caso de ataques bacteriológicos de la historia reciente de EE UU. Irónicamente, en 2003 había sido condecorado con la Medalla al Servicio Civil Excepcional del Ejército, por su aportación a la vacuna contra el ántrax que el Ejército administra a sus soldados. Ivins se resintió. Primero, entró en una severa depresión y mostró tendencias suicidas. Se le cerró el acceso a zonas de alta seguridad en Fort Detrick. La empresa le iba a forzar a abandonar su puesto de trabajo el próximo mes de septiembre.

La semana pasada los agentes le informaron de que era, oficialmente, el principal sospechoso y de que había pruebas suficientes para inculparle por su papel en los ataques con ántrax en 2001. Además, le comunicaron que el fiscal del Departamento de Justicia pediría la pena de muerte. El martes se suicidó con una sobredosis de paracetamol y codeína. Ayer, uno de sus colegas dijo que no cree que Ivins fuera el cerebro tras estos ataques. Russell Byrne, que trabajó con el microbiólogo durante 15 años, considera que "hubo una verdadera caza de brujas" contra él.

Cronología:

- Septiembre-octubre de 2001: Se envían al menos siete cartas infectadas con ántrax desde Nueva Jersey. Llegan a medios de comunicación en Florida y Nueva York y a dos senadores en Washington. Cinco personas mueren y 22 resultan heridas de gravedad. Cuatro de los sobres contienen cartas manuscritas en las que se lee: "Muerte a América. Muerte a Israel. Allah es grande".

- Diciembre de 2001: El FBI comienza a registrar el laboratorio bacteriológico del Pentágono en Fort Detrick. Las cepas halladas allí coinciden con las de los atentados.

- Abril de 2002: El microbiólogo Bruce E. Ivins encuentra más de 50 restos de ántrax en diversos puntos del laboratorio del Ejército para el que trabaja, en Fort Detrick. Oculta este hallazgo a sus superiores.

- Agosto de 2002: El fiscal general designa a Steven Hatfill, virólogo que trabajó para el Ejército entre 1997 y 1999, como principal sospechoso. El científico se declara inocente.

- Marzo de 2005: Acaba la desinfección de todos los edificios contaminados con ántrax. El FBI estima el gasto de esta limpieza en unos 700 millones de euros.

- Septiembre de 2007: El senador demócrata Patrick Leahy exige que al FBI que revele la información que tiene sobre el caso.

- Marzo de 2008: El FBI exculpa al virólogo Hatfill.

- Julio de 2008: El FBI le notifica al microbiólogo Ivins que es el único sospechoso. Se suicida en su casa de Maryland.

Fuente El País, 2 de agosto de 2008


Nota del Observatorio: Estas cartas infectadas contenían textos que pretendían dejar claro que eran obra de "musulmanes". Además se enviaron, entre otros lugares, a las redacciones de los medios de comunicación para garantizar su impacto mediático.

La amenaza de las cartas con ántrax fue otra de las mentiras neocon para la demonización de los musulmanes (presentados como "terroristas"), una mentira que hoy ya ha salido completamente a la luz.

Reproducimos algunas de estas cartas, que funcionaron durante meses para "demostrar" en todos los medios de comunicación occidentales la "amenaza islámica".



(pulsar para ampliar)

El montaje de las cartas del antrax demuestra lo fácil que es hacerse pasar por "musulmanes" (en cartas, en vídeos...), y demuestra abiertamente también que en Estados Unidos esto ya se ha hecho. Según el FBI, "Ivins podría haber liberado las bacterias de ántrax para poder probar sobre humanos la vacuna sobre la que estaba trabajando". ¿Y los textos de las cartas? ¿A qué tipo de "experimento" pertenecían?

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New Yorker Magazine: Obama = musulmán = terrorista



Alison King - NECN - Durante semanas el equipo de campaña de Barack Obama ha estado luchando contra los rumores en internet de que el candidato es un musulmán. Ahora, ha aparecido esta portada del New Yorker Magazine.

La portada muestra al candidato demócrata a la presidencia vestido como un musulmán y su esposa como una terrorista. Su equipo de campaña lo ha llamado "de mal gusto y ofensivo".

La ilustración, que lleva por título "La política del miedo", está realizada por Barry Blitt y muestra a Obama con sandalias, chilaba y turbante, y a su mujer, Michelle, vestida con ropa de camuflaje, botas militares y un rifle de asalto -ambos en el Despacho Oval.

La pareja aparece chocando los puños ante una chimenea en la que está ardiendo la bandera estadounidense. En la pared cuelga un retrato de Osama bin Laden.

Fuente: NECN.com, 15 de julio de 2008
Traducción Observatorio de la Islamofobia


Véase también:

Naomi Klein
Obama, ser llamado musulmán no supone ser difamado

El candidato Obama pide perdón por haber tenido una familia musulmana

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Islamofobia y pañuelos


por Íñigo Sáenz de Ugarte


Un pañuelo vagamente parecido a una kufía palestina provoca ataques de terror en los blogs ultras de EEUU, y la empresa, asustada, se decide a retirar el anuncio.

El periodista israelí Gershom Gorenberg les da la mejor respuesta posible a estos adictos a la islamofobia que sólo ven terroristas en cualquier cosa que les suene a árabe:

So Pipes, Michelle Malkin, Geller et al should pay attention: The words alcohol, algebra and algorism are all really Arabic. They are proof of a nefarious Islamic plot to destroy Western society. If the words "43% alcohol" appears on your whiskey bottle, it’s proof that Al-Qaeda has taken over Scotland. If your children are told to study algebra, the school has become a madrassa. All computer programs are part of the cyberwar, because they use algorisms. Don’t just be afraid, if you are a true patriot. Be terrified.

[Así que Pipes, Michelle Malkin, Geller y demás deberían prestar atención: Las palabras alcohol, álgebra y algoritmo son todas realmente árabes. Son pruebas de un nefando complot islámico para destruir la sociedad occidental. Si las palabras "43% de alcohol" aparecen en su botella de whisky, es la prueba de que Al-Qaeda ha tomado Escocia. Si a sus hijos les han puesto a estudiar álgebra, el colegio se ha vuelto una "madrassa". Todos los programas informáticos son parte de la ciber-guerra, porque usan algoritmos. No sólo debería asustarse, si es usted un verdadero patriota. Debería aterrorizarse."]
Por nuestro país, algunos se embarcaron en la misma paranoia hace dos años: El pañuelo y los neocon de Zarzuela.

Fuente: GuerraEterna, 31 de mayo de 2008


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Denunciando la ignorancia sobre el Islam


por Gary Leupp



"Deberíamos invadir los países musulmanes, matar a sus líderes y convertirlos al Cristianismo."
(Ann Coulter, prestigiosa columnista, en la National Review Online, 13 de septiembre de 2001)

"Sólo hay que dejar a los sheriffs actuar libremente, y que vayan arrestando a cada musulmán que cruce la línea del estado."
(Saxby Chambliss, candidato republicano al Senado, presidente del Subcomité Estadounidense sobre Terrorismo y Seguridad Nacional, en una alocución a los agentes de policía de Georgia, noviembre de 2001)

"El Islam es una religión en la que Dios te exige que mandes a tu hijo a morir por él. El Cristianismo es una fe donde Dios mandó a su hijo a morir por ti."
(John Ashcroft, Fiscal General de los Estados Unidos, en una entrevista en la radio Cal Thomas, noviembre de 2001)

"El Islam es una religión verdaderamente diabólica y malvada, malvada y violenta, y no del mismo dios que la Cristiandad."
(Reverendo Franklin Graham, cabeza de la Billy Graham Evangelistic Association, noviembre de 2001)

"El Islam es el Mal, Cristo es el Rey."
(Escrito con un rotulador por policías sobre un calendario de salat musulmán en la casa de un musulmán investigado por la policía en Dearborn, Michigan, julio de 2002)


Gente con poder e influencia en los Estados Unidos de América viene diciendo bastantes cosas estúpidas sobre el Islam y los musulmanes desde el 11 de septiembre.

Algunas proceden de una malicia consciente y de prejuicios raciales que se vierten en forma de odio religioso. Pero otras tienen sus raíces directas en una ignorancia histórica y geográfica absoluta. Este es un país, después de todo, en el que sólo una pequeña minoría de estudiantes universitarios puede localizar fácilmente Afganistán en un mapa, o sabe que los iraníes y los paquistaníes no son árabes. Como enseñante de estudios asiáticos en una universidad de élite, soy dolorosamente consciente de esta ignorancia. Pero me doy cuenta de que sirve a un propósito. Es enormemente útil para una estructura de poder que cuenta con un apoyo popular frenético cada vez que se embarca en una nueva aventura militar en algún lejano escenario, usando falsos pretextos que son inmediatamente detectables para los que tienen los mejores estudios, pero incuestionables para el público general. Los grandes medios de comunicación se encargan de ello.

"Nuestros enemigos son innovadores y están llenos de recursos, y nosotros también. Nunca dejan de buscar nuevas formas de aterrorizar a nuestro país y a nuestro pueblo, y nosotros tampoco."
(George W. Bush)


Gary Leupp es profesor de historia en la Tufts University.

Los musulmanes: los malos de la película


Cuando el cine alimenta el odio

por Mónica G. Prieto


Desde Beirut, 5 de mayo de 2008.- Hace una semana pasó por Beirut Jack G. Shahin, profesor emérito de comunicación de masas por la Universidad de Illinois (EEUU) y uno de los más atentos críticos a la producción cultural que alude o menciona a Oriente Próximo. Shahin, estadounidense de origen libanés, es considerado uno de los activistas más comprometidos con la eliminación del racismo hacia los árabes, sobre todo aquél que proviene del cine calando silenciosamente en generaciones de espectadores.

La noticia de su visita me ha permitido conocer un libro y un documental cuya existencia ignoraba y cuyas conclusiones vienen a confirmar los peores temores: la industria cinematográfica norteamericana estereotipa a toda una comunidad sirviendo, consciente o inconscientemente, a los intereses de unos gobernantes que han demonizado al colectivo para justificar los excesos de su particular 'guerra contra el terror'.

La cinta en cuestión, presentada en 2006 y laureada en 2007, lleva el mismo título que el libro escrito en 2001 por Shahin: 'Reel Bad Arabs: How Hollywood Vilifies a People' y supone un devastador repaso al cine estadounidense de un siglo (desde 1896 hasta 2000) en el que los árabes son caracterizados como bandidos beduinos, clérigos siniestros y terroristas sanguinarios cuando no como criados y danzarinas del vientre.

Para escribir su libro, en el que se basó el documental, Shahin se pasó 20 años viendo mil cintas, desde dibujos animados hasta cine de acción o películas clásicas. Sus conclusiones fueron demoledoras: en 12 de ellas se mostraba una imagen positiva de los árabes, 52 de ellas eran imparciales y en 936 se daba una imagen negativa de esta comunidad, caracterizada con estereotipos racistas.

Hace años, sin embargo, los árabes no eran el 'malo' recurrente del cine norteamericano. Hubo un tiempo en que los soviéticos –más conocidos como "los rusos" aunque el concepto englobase a cualquier ciudadano del Este- eran el enemigo por antonomasia de los héroes americanos, antes de que la caída del comunismo les dejara huérfanos de villanos. Con la desaparición de la URSS, los africanos y latinos –la proximidad de las guerras centroamericanas hizo mucho daño- tomaron el relevo pero, como razona el propio Shahin, por poco tiempo dada la sensibilidad hacia hispanos y afroamericanos que existe en una sociedad compuesta, en parte, por estas comunidades.

De ahí que "desde hace 30 años", observa Shahin, se recurriese a los árabes como bellaco recurrente. A este profesor emérito no le sorprendió demasiado, porque como explicaba la semana pasada al diario libanés 'Daily Star', "como todos los americanos, yo estuve expuesto a la mitología". Shahin se vacunó contra el mito tratando personalmente con los árabes. "Ver cómo un avión de fabricación estadounidense bombardea un campo de refugiados palestino ayuda a desarrollar un punto de vista diferente".

Desde que comprobó el tono calumnioso con el que el cine trata a la comunidad árabe, Shahin se dedica a dar conferencias en todo el mundo para poner de relieve el daño que hacen los estereotipos en el subconsciente colectivo. También actúa como consultor de algunos directores que no desean caer en el tópico –asesoró a la caracterización de personajes de 'Tres Reyes' y 'Syriana'- y prosigue con sus libros, el quinto y último titulado 'Culpable: El Veredicto de Hollywood sobre los Árabes tras el 11-S', en que analiza las películas realizadas tras los atentados contra las Torres Gemelas.

Quizás sería interesante hacer un estudio sobre cómo ocurre exactamente lo contrario con la cultura judía, asimilada como parte indisoluble de la cultura occidental gracias a Hollywood. Muchas de las cintas norteamericanas que pueden verse en cine y televisión muestran ceremonias tradicionales judías (presentadas como si todos los espectadores tuvieran que estar familiarizados con ellas), aluden a las fiestas del calendario judío como si fueran universales e incluyen la kippa (el tradicional tocado judío) con una frecuencia pasmosa, mientras resulta inimaginable que ninguno de los protagonistas emplee –no ya con la misma asiduidad, sino en una sola ocasión durante toda la cinta- el típico pañuelo árabe. Así resulta difícil que la sociedad estadounidense cuestione la política israelí en Oriente Próximo.

Fuente: Crónicas desde Oriente Próximo - El Mundo, 5 de mayo de 2008

Trailer de la película




Obama, ser llamado musulmán no supone ser difamado


por Naomi Klein



Hillary Clinton negó haber filtrado la fotografía de Barack Obama con un turbante puesto, pero el responsable de su campaña dice que aunque lo hubiera hecho, qué importa. “Hillary Clinton ha usado la indumentaria tradicional de los países que ha visitado y las fotos han sido ampliamente difundidas”.

Seguro que lo hizo. Y George W. Bush se puso un encantador poncho en Santiago, y Paul Wolfowitz arrasó en YouTube bailando una danza africana contra la malaria cuando era presidente del Banco Mundial. La evidente diferencia es esta: cuando los políticos blancos se ponen étnicos, simplemente se ven como algo divertido. Cuando lo hace un contendiente negro a la presidencia, se ve extranjero. Y cuando la indumentaria étnica en cuestión se asemeja vagamente a la que usan los luchadores iraquíes y afganos (al menos a los ojos de muchos espectadores de la cadena Fox, que piensan que cualquier indumentaria en la cabeza que no sea una gorra de béisbol es una declaración de guerra contra los Estados Unidos de América), la imagen es francamente aterradora.

El “escándalo” del turbante es parte de lo que se conoce como la “difamación de ser musulmán”. Incluye de todo, desde la repetición exagerada del segundo nombre de Obama, hasta la campaña en Internet que asegura que Obama asistió a una madrasa fundamentalista en Indonesia (una mentira), prestó juramento ante el Corán (otra mentira) y que si fuese electo instalaría altavoces en la Casa Blanca para emitir la llamada musulmana al salat (esta me la he inventado yo).

Hasta ahora, la campaña de Obama ha respondido a estas "acusaciones" con agresivas correcciones que insisten en su fe cristiana y atacan a los atacantes. “Barack nunca ha sido musulmán ni ha practicado ninguna otra fe que no sea la cristiana”, declara una hoja informativa. “No soy y nunca he sido de la fe musulmana”, le dijo Obama a un reportero de Christian News.

Desde luego, Obama tiene que dejar las cosas claras, pero no tendría por qué pararse ahí. Lo inquietante de la respuesta a la campaña es que no desafía la vergonzosa y racista premisa que está en la base de la “difamación de ser musulmán”: que ser musulmán es, de facto, una fuente de deshonra. Los seguidores de Obama a menudo dicen que son swiftboarded [referencia a una campaña ultraderechista para desprestigiar al entonces candidato John Kerry, atacando su fama como héroe militar en Vietnam. N. de la T.], aceptando la idea de que ser acusado de ser musulmán equivale a ser acusado de traición.

Sustituya usted "musulmán" por otra creencia o etnicidad, y podrá esperar una respuesta muy distinta. Observe un informe de los archivos de esta publicación. Hace 13 años, Daniel Singer, el fallecido corresponsal en Europa de The Nation, a quien tanto echamos de menos, fue a Polonia a cubrir unas reñidas elecciones presidenciales. Informó que la carrera había descendido a un feo debate acerca de si uno de los candidatos, Aleksander Kwasniewski, era un judío en secreto. La prensa aseguraba que su madre había sido enterrada en un cementerio judío (ella seguía viva), y un popular programa de televisión transmitió una parodia con el candidato cristiano vestido como un judío jasídico. “Lo que me perturbó”, observó Singer con amargura, “fue que los abogados de Kwasniewski amenazaran con una demanda por difamación, en vez de presentar cargos bajo la ley que condena la propaganda racista”.

No deberíamos esperar menos de la campaña de Obama. Cuando se le preguntó durante el debate en Ohio acerca del apoyo de Louis Farrakhan a su candidatura, Obama no dudó en calificar los comentarios antisemitas de Farrakhan como “inaceptables y reprehensibles”. Cuando, durante el mismo debate, surgió la cuestión de la foto del turbante, no dijo nada en absoluto.

Los comentarios infamantes de Farrakhan sobre los judíos los dijo hace 24 años. La orgía de odio de la “difamación de ser musulmán” se desarrolla en tiempo real, y promete intensificarse en las elecciones generales. Estos ataques no sólo “difaman la fe cristiana de Barack”, como aseguró John Kerry. Son un ataque a todos los musulmanes, muchos de los cuales en efecto ejercen su derecho a cubrirse la cabeza y llevar a sus hijos a una escuela religiosa. Miles hasta tienen el muy común nombre de Hussein. Todos observan cómo su cultura es usada como un arma contra Obama, mientras que el candidato, símbolo de la armonía racial, no los defiende. Y esto en un tiempo en que los musulmanes estadounidenses están sufriendo lo más duro del asalto de la administración Bush contra los derechos civiles, incluyendo registros de las conversaciones telefónicas, y se enfrentan a un incremento demostrado en el número de crímenes de odio.

Ocasionalmente, aunque no lo suficientemente a menudo, Obama dice que los musulmanes "se merecen respeto y dignidad". Lo que nunca ha hecho es lo que Singer recomendó hacer en Polonia: denunciar los ataques en sí mismos como propaganda racista, en este caso contra los musulmanes.

La esencia de la candidatura de Obama es que sólo él –que de niño vivió en Indonesia y tiene una abuela africana– puede “reparar el mundo”, tras la ola de demolición de Bush. Ese trabajo de reparación comienza con los mil cuatrocientos millones de musulmanes del mundo, muchos de los cuales están convencidos de que los Estados Unidos han estado llevando a cabo una guerra contra el Islam. Esta percepción se basa en hechos, entre ellos, el de que los civiles musulmanes no se contabilizan entre los muertos en Irak y Afganistán; que el Islam ha sido ultrajado en las prisiones que ha montado Estados Unidos; que votar por un partido islámico le supuso un castigo colectivo a Gaza. También se basa en el incremento de una virulenta islamofobia en Europa y América del Norte.

Como blanco más visible de este creciente racismo, Obama tiene el poder de ser algo más que su víctima. Puede usar los ataques para comenzar el proceso de reparación global, la promesa más seductora de su campaña. La próxima vez que le pregunten si es musulmán, Obama puede responder no sólo aclarando los hechos, sino dándole la vuelta al asunto. Puede declarar que si bien una relación con un lobby farmacéutico puede ser un escándalo, ser musulmán no. Cambiar los términos del debate en esta forma no sólo es moralmente justo sino tácticamente inteligente: es la única respuesta que podría frenar estos odiosos ataques. La mejor parte es esta: a diferencia de terminar con la guerra en Irak y cerrar Guantánamo, enfrentarse a la islamofobia no necesita esperar hasta después de las elecciones. Obama puede usar su campaña para comenzar desde ahora. Que comience ya la reparación.


Fuente: The Nation, 28 de febrero de 2008
Traducción: Tania Molina / Observatorio de la Islamofobia

Véase también sobre este tema:
El candidato Obama pide perdón por haber tenido una familia musulmana

Imágenes de la islamofobia: El musulmán, tu monstruo favorito

En la Universidad George Washington...

Traducción:

¿ODIAS A LOS MUSULMANES?
¡¡¡NOSOTROS TAMBIÉN!!!

Tu musulmán típico tiene...

lásers en los ojos..........................................................................................
veneno en la boca........................................................................................
ropa suicida..................................................................................................
un AK-47 oculto............................................................................................
una pata de palo para pasar de contrabando niños y heroína.......................

Para saber más, ven a la

¡¡¡SEMANA DE CONCIENCIA SOBRE EL ISLAMO-FASCISMO!!! 16-22 oct.

Para más información, contacta con la
Fundación Joven América de la UGW

UNIVERSIDAD GEORGE WASHINGTON
Washington D. C.

Imágenes de la islamofobia: Donde entran los cerdos no entran los musulmanes

En algún lugar de los Estados Unidos de América...


Cartel de carretera del restaurante CERDITOS:

Traducción:

EL RESTAURANTE MÁS SEGURO DEL MUNDO
NO HAY MUSULMANES DENTRO

Las conferencias del Terror

Tres supuestos "ex terroristas musulmanes", aliados de la extrema derecha de EE.UU.

Estos conferenciantes se embolsaron 13.000 dólares por figurar en la 50 Asamblea anual de la Academia de las Fuerzas Aéreas Estadounidenses



WASHINGTON (IPS) - Tres autoproclamados "ex terroristas musulmanes", con fuertes vínculos con la extrema derecha cristiana de Estados Unidos, dan conferencias por todo el país atacando al Islam en ámbitos académicos.

Los conocidos como "3-X terroristas", Walid Shoebat, Kamel Saleem y Zacharia Anani, son considerados "soldados de vanguardia" de las "guerras culturales" de los Estados Unidos, una batalla discursiva acerca de "valores" y asuntos candentes, desde el aborto hasta el "fundamentalismo islámico".

Estos conferenciantes se embolsaron 13.000 dólares por figurar en la 50 Asamblea anual de la Academia de las Fuerzas Aéreas de ese país. Se trata de un foro de cuatro días en el que participan 200 estudiantes internacionales y cadetes, organizada bajo los auspicios del departamento de ciencia política del centro de formación.

Para sus seguidores, los "3-X" representan una visión "moderada". Se autodefinen como "extremistas musulmanes convertidos al cristianismo evangélico" que ahora exponen las "verdades" del Islam.

Para sus críticos son un fraude. Les acusan de inventar sus hazañas de asesinos de masas a fin de vender su islamofobia en el circuito académico y en canales de televisión por cable, incluidas las cadenas de noticias Fox News y CNN.

Pero es su relación con políticos y organizaciones de la extrema derecha cristiana lo que ha suscitado mayor preocupación.

"Esos hombres son un fraude, pero ese no es el punto", ha señalado Chris Hedges, periodista del New York Times, en un artículo en Internet. "Forman parte de una guerra oscura y temerosa contra la tolerancia librada por algunos cristianos, que buscan avalar la persecución de los musulmanes".

La polémica parece seguir a Shoebat y compañía a donde quiera que vayan.

La Universidad de Stanford anuló una conferencia que los tenía como oradores.

La Universidad de Princeton canceló una conferencia de Shoebat en 2005 por considerarla "demasiado incendiaria".

En 2006, la Universidad de Columbia impidió que pudieran dar una conferencia juntos Shoebat y un ex integrante de las Juventudes Hitlerianas, Hilmar von Campe, tan sólo tres horas antes del inicio.

La organización Militares por la Libertad de Culto, que ha entablado una demanda contra el gobierno federal para que contenga lo que califica de "evangelismo espeluznante" en las Fuerzas Armadas, también elevó una protesta por la conferencia.

La relación entre la extrema derecha cristiana evangélica y los "3-X" es profunda. Los ex militantes tienen conexiones con los "Cristianos Unidos por Israel" (CUFI, por sus siglas en inglés), una entidad cristiana y sionista, dirigida por el reverendo John Hagee.

Shoebat pretende ser un "ex agente" de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que habría atentado contra judíos y colocado bombas en Israel, convertido al cristianismo en 1993.

En 2007 ha publicado un libro titulado "Why we want to kill you" ("Por qué queremos matarte") y ha aparecido en un supuesto documental llamado "Obsession: radical Islam's war against the west" (Obsesión: la guerra del Islam radical contra Occidente).

El film ha sido comercializado por organizaciones abiertamente proisraelíes. En él aparecen entrevistas al profesor de derecho de la Universidad de Harvard Alan Dershowitz y al "periodista investigador" Steve Emerson.

También se puede ver a Itimar Marcus, del llamado "Observatorio de Medios Palestinos", con sede en Israel, y a Daniel Pipes, polémico profesor de historia medieval islámica cuyo sitio de Internet ha sido criticado en 2002 por sus ataques macartistas contra numerosos profesores de estudios sobre Medio Oriente.

Shoebat también recibió apoyo de otros expertos neoconservadores. En su sitio de Internet escribe Frank Gaffney, del Centro de Políticas de Seguridad.

En el verano de 2006, Shoebat también participó en la llamada "Noche para honrar a Israel", un acontecimiento de tres días preparado por los "Cristianos Unidos por Israel", del pastor Hagee, que se propone movilizar a los cristianos sionistas como una fuerza política, según el sitio de Internet San Antonio Express.

Shoebat, Saleem y Anani también tienen previsto integrar el "panel de ex terroristas" en la convención de los "Cristianos Unidos por Israel", a celebrarse este mes de marzo en Washington. Entre los oradores se encuentra el senador Joe Lieberman, del estado de Connecticut, además de Pipes, Gaffney y Clifford May, presidente de la llamada "Fundación en Defensa de las Democracias".

Por su parte, Saleem, que dirige una organización llamada "Koome Ministries", señaló que de niño fue adoctrinado por la OLP e introdujo armas en Israel por túneles subterráneos bajo los Altos del Golán. Aunque todos los analistas señalan que no existe ningún testimonio o prueba de ese hecho.

Saleem también alega que desciende del "Gran Visir del Islam", un término disparatado que incluso ha dejado de usar él mismo en su sitio web.

"Asumo la responsabilidad de elegir ese término impreciso. Lo adopté para ocultar la ubicación y el título del clero con el cual estoy emparentado", se justificó.

Los objetivos del sitio de Internet de "Koome Ministries" son claros. Primero, alertar y adoctrinar a las comunidades cristianas y judías acerca de los "peligros inminentes" del "Islam radical". Segundo, llevar a los musulmanes el "mensaje redentor de Cristo". Tercero, pregonar la "relación evangélica" a fin de llevar a los musulmanes "la Verdad".

El sitio web pide a los visitantes que recen por determinadas naciones musulmanas y ofrece vídeos de grupos autóctonos que están "listos para el Evangelio".

Por último, Anani alega que como militante libanés mató al menos a 223 personas a principios de los 70 y que fue "casi decapitado" (!) por convertirse al cristianismo.

El supuesto pasado militante de Anani ha sido puesto seriamente en duda por un informe de 2007 de la publicación canadiense Windsor Star. Según este informe, sus relatos no corresponden con los acontecimientos históricos reales.

"El señor Anani no es una persona que tenga el menor grado de credibilidad a juzgar por las historias que cuenta", indicó el Windsor Star.

Shoebat y Saleem son ciudadanos estadounidenses y Anani es canadiense.


Fuente: IPS, 26 de febrero de 2008

Islamofobia en Estados Unidos: El candidato Obama pide perdón por haber tenido una familia musulmana

"Calumnia que algo queda"
El "estigma" del "radicalismo islámico" persigue al senador demócrata Barack Obama desde que inició la carrera electoral a la Casa Blanca


Unas potenciales votantes que coincidieron con Barack Obama en una cafetería de Iowa (EE UU) el pasado fin de semana le increparon sobre sus supuestos "antecedentes radicales musulmanes", un "estigma" que persigue al senador demócrata desde que decidió aspirar a la Casa Blanca. Esas preguntas son fruto de lo que la cadena de televisión BBC describe en un reportaje de investigación que aparece en su página web como el «ataque más perjudicial» que sufre Obama, a quien rumores sin fundamento vinculan con el "extremismo islámico".

Expertos como Drew Westen ven tras esas acusaciones un «ataque racista». El profesor de Psicología de la Universidad de Emory (Atlanta) explica en el citado reportaje de la BBC – difundido originalmente a mediados de octubre – que el objetivo es crear una percepción negativa de Obama y presentarlo como alguien diferente a la mayoría.

«Es algo sobre lo que se sigue informando erróneamente», dijo el senador a la potencial votante que se interesó por su fe religiosa, a la que agradeció la oportunidad de aclarar el malentendido. Le explicó, entre sorbos de té y un pastel de calabaza, que su padre, un economista educado en la Universidad de Harvard, había crecido en una localidad de mayoría musulmana de Kenia, pero «no practicó el islam».

Niñez en Indonesia

«Lo cierto es que no era muy religioso», añadió Obama, que señaló que su padre se casó con una mujer blanca y cristiana de Kansas. Su madre lo crió después de que la pareja se divorciase. «O sea que siempre he sido cristiano», dijo. Y para borrar toda sombra de duda añadió que es miembro de la Trinity United Church of Christ desde hace quince años.

Recordó que durante su niñez vivió varios años en un barrio musulmán de Indonesia, aunque negó haber acudido a una ‘madrasa’, como sostienen las leyendas urbanas de Internet. El rumor se originó en febrero, justo después de que el senador diese a conocer su intención de competir por la Casa Blanca.

La publicación virtual conservadora Insight difundió entonces una información en la que se aseguraba que la campaña de la senadora demócrata Hillary Clinton había cuestionado si el relato que Obama ofrece en su biografía sobre sus años en Indonesia era verídico. Hillary negó la información, pero el informe de Insight fue divulgado por la cadena de televisión conservadora Fox, lo que dio fuerza a la tesis de que Obama había acudido durante su niñez a una escuela religiosa musulmana en Yakarta.

Las cadenas de televisión CNN y ABC negaron posteriormente esas versiones, tras enviar a sus equipos a la escuela de Yakarta en la que estudió Obama entre 1969 y 1971. Pero las leyendas urbanas de la web se resisten a morir y tampoco falta quien les siga insuflando aliento. Sirvan como ejemplo los comentarios del ex senador demócrata de Nebraska Bob Kerrey, quien aseguró a mediados de este mes, tras expresar su apoyo a Clinton, que le gustaría que Obama jugase un papel en el próximo Gobierno.

El motivo, según explicó, sería la supuesta capacidad de Obama para conectar con los jóvenes negros musulmanes alrededor del mundo. «Me gusta el hecho de que su nombre es Barack Hussein Obama y el que su padre sea musulmán y su abuela paterna también», dijo Kerrey, a lo que añadió: «Hay mil millones de personas musulmanas en el planeta y creo que esa experiencia tiene mucho valor».

Disculpas

Esos comentarios provocaron sorpresa al llegar en momentos en los que una campaña virtual presenta a Obama como un musulmán que quiere trasladar la ‘yihad’ (guerra santa) a Estados Unidos. Kerrey se disculpó la semana pasada en una carta enviada a Obama en la que asegura que no pretendió insultarlo, sino «todo lo contrario». Falta por ver si los ataques harán mella en la campaña del hombre al que sus enemigos han apodado ‘Osama’ y, que de hacer caso a la superstición, podría llevar en su nombre escrito su destino, pues Barack es una palabra árabe que significa «afortunado».

Fuente: El Correo, 27 de diciembre de 2007


(Traducción del cómic:)
¿Es usted ahora, o ha sido alguna vez, un musulmán?

(Viñeta 1:) Keith Ellison
Ellison : "Lo soy ahora, pero nunca he solido serlo, ¡lo juro!"
Periodista: "¡Sí, pero juras sobre el libro equivocado!"

(Viñeta 2:)
Ellison : "¡Pero soy un musulmán moderado! Mi primer viaje oficial al
exterior fue a Israel! ¡Soy el primer musulmán kosher de América!"

(Viñeta 3:) Barack Hussein Obama
Obama : "Puede que haya nacido musulmán, ¡pero he pasado el riguroso
programa en 12 pasos de musulmanes anónimos, y ahora estoy 100 % limpio!
... Aparte de que nunca inhalé..."

El comentarista : "Ok, y ahora: ¿es usted ahora, o ha sido alguna vez, negro?"

¿Es la "amenaza terrorista" un montaje más de Bush y Cheney?



por Sherwood Ross



En lo que supone la política de criminalización racial más masiva desde que los japoneses-americanos fueron hacinados en campos de detención durante la Segunda Guerra Mundial, la administración Bush ha impuesto tras el 11-S que 80.000 ciudadanos árabes y musulmanes residentes en los Estados Unidos sean fotografiados, se tomen sus huellas dactilares y se fichen en "registros especiales". Lo dice la revista The Nation. Esta publicación informa de que el FBI sometió a interrogatorios a otros 8.000 extranjeros, y que más de 5.000 residentes extranjeros han sido puestos en "prisión preventiva" - un total de 93.000 personas han sido obligadas a registrarse, sometidas a interrogatorios, o encarceladas.

"A fecha de septiembre de 2007 ni una de esas personas ha sido acusada de ningún delito terrorista", dice un artículo titulado "Por qué estamos perdiendo la Guerra contra el Terror". Leyendo los datos que presenta, y examinando otras fuentes accesibles, surge sin embargo la pregunta de si la "amenaza terrorista" a los Estados Unidos no está siendo brutalmente exagerada, por no decir directamente que se trata de un completo montaje.

Y he aquí por qué: El sistema de arrestos en masa sin juicios ni sentencias se está repitiendo en Oriente Medio con resultados parecidos. El régimen de Bush está deteniendo y encerrando sin cargos a miles de hombres y chicos inocentes, para hacer parecer que constituyen una amenaza "terrorista" para América. Sí, chicos: algunos de tan sólo ocho años.

Según los autores del artículo de la revista The Nation, David Cole -profesor de Derecho de la Universidad de Georgetown- y Jules Lobel -profesor de Derecho de la Universidad de Pittsburgh-, el régimen de Bush no tiene nada con qué acusar a los encarcelados en Guantánamo, a pesar de que el ex secretario de Defensa Rumsfeld proclamara a bombo y platillo que eran "lo peor de lo peor".

"Incluso los "Tribunales de decisión del estatus de combatiente", creados por el Pentágono, catalogaron como combatientes con los Taliban sólo al 8 por ciento de los cerca de 500 prisioneros que había allí en 2006. Más de la mitad de los 775 prisioneros de Guantánamo han sido puestos en libertad", escriben Cole y Lobel. Los norteamericanos tenemos que preguntarnos pues, ya que Bush se jactaba en 2003 de que los Estados Unidos habían detenido a 3.000 sospechosos terroristas: ¿Por qué el gobierno no los ha procesado?. Como informaba Jane Mayer el 3 de julio de 2006 en The New Yorker: "Sólo diez de los más de 700 hombres encerrados en Guantánamo han sido formalmente acusados de haber hecho algo incorrecto".

El antiguo presidente Jimmy Carter escribió en su libro Our Endangered Values [Nuestros valores amenazados] (Ed. Simon & Schuster) que, tras visitar seis de las 25 prisiones estadounidenses, la Cruz Roja encontró "107 prisioneros por debajo de los dieciocho años, algunos de tan sólo ocho años de edad".

¿Terroristas de ocho años? Y el periodista de investigación Seymour Hersh informó de que había de 800 a 900 muchachos pakistaníes bajo detención, con edades entre trece y quince años. No importa que la Cruz Roja y Amnistía Internacional hayan "recogido pruebas sustanciales de tortura a niños, confirmadas por soldados que presenciaron o participaron en los abusos", como escribe Carter. Parece que el régimen de Bush está arrancando a niños de colegio de sus padres para construir sus estadísticas de detenciones de "terroristas".

El periódico británico The Guardian traía el 15 de marzo de 2005 una preocupante entrevista con el Dr. Rafiullah Bidar, director regional en Gardez de la Comisión Independiente Afgana por los Derechos Humanos -una entidad fundada por el Congreso de los Estados Unidos para investigar los abusos de los señores de la guerra.

"Todo lo que hago hoy en día es registrar quejas contra los militares estadounidenses", se lamentaba Bidar. "Muchos miles de personas han sido acosadas y detenidas por ellos. Las que han sido puestas en libertad dicen que había entre ellas, detenidos también, extranjeros que habían sido traidos a este país para ser procesados. Nadie ha sido acusado en firme. Nadie ha sido identificado. No se permite a ningún observador internacional entrar en las cárceles estadounidenses". Bidar sacó un manojo de denuncias: "Las personas que han sido detenidas cuentan que fueron maltratadas brutalmente, los métodos que usaron contra ellas resultan inimaginables".

Una vez más, detenciones en masa, seguidas de ausencia de acusaciones, y duros confinamientos con torturas.

The Guardian ha informado de que los sospechosos de terrorismo son encerrados en unas 25 prisiones a lo largo de Afganistán, el eje de la red de prisiones estadounidenses, y en docenas de cárceles en Pakistán, Uzbekistán, Jordania, Egipto, Tailandia, Malasia, Indonesia y en la isla británica de Diego García.

Los responsables militares estiman en más de 60.000 los iraquíes que han sido detenidos y encarcelados desde la invasión estadounidense. Soldados norteamericanos entrevistados por The Nation (30 de julio) dijeron que "la mayoría de los prisioneros eran o inocentes o sólo culpables de infracciones menores". El especialista de la reserva del ejército Aidan Delgado -25 años, de Sarasota, Florida-, que estaba en la 320ª Compañía de la Policía Militar, declaró: "Yo leí los partes de todos los prisioneros de Abu Ghraib, donde se especificaba por qué estaban allí. En la lista sólo había robos insignificantes, ebriedad pública, y olvido de los documentos de identidad expedidos por la Coalición."

Delgado añadió: "Esos no son terroristas. Esos no son enemigos nuestros. Son sólo gente corriente, y los estamos tratando de manera muy dura". Hasta los oficiales de inteligencia estadounidenses admitieron a la Cruz Roja que el 70 ó 90 por ciento de los prisioneros de Abu Ghraib estaban encerrados por error. Una vez más, el mismo modelo de conducta criminal por parte del régimen Bush.

Y en cuanto a los "terroristas" en nuestro país, el FBI admitía en 2005 que todavía no habían identificado ni una sola "célula durmiente" de "Al Qaeda" en todos los Estados Unidos. "Y siguen sin hacerlo desde entonces", escriben Cole y Lobel, "salvo que usted cuente al grupo de Florida detenido en 2006, cuyo paso fundamental en un supuesto plan para volar las torres Sears fue haber encargado botas de soldado, y cuya única "conexión" con "Al Qaeda" fue hablar con un informante del FBI que se hacía pasar por miembro de "Al Qaeda".

Significativamente, Cole y Lobel anotan que en diciembre de 2005 la Comisión bipartita del 11-S le puso al gobierno "suspensos en muchas de las medidas de seguridad nacionales, incluyendo el asesoramiento de las vulnerabilidades infraestructurales, las medidas de seguridad contra las armas de destrucción masiva, la vigilancia de pasajeros y mercancías de las líneas aéreas, el trasvase de información entre la policía y las agencias de inteligencia, etc."

¿Se trata de mera incompetencia, o más bien de que la Casa Blanca es deliberadamente laxa porque sabe que la "amenaza terrorista" es una cosa que ha fabricado ella misma? En definitiva, el pueblo norteamericano necesita preguntarse para conocer la verdad: ¿Por qué tan pocos procesos? ¿Acaso no hay apenas procesos porque de hecho no hay terroristas? ¿Las acusaciones contra los miles de personas encerradas hoy en prisiones son tan sólidas como las acusaciones de Bush contra Saddam Hussein por las "armas de destrucción masiva"? Fijémonos en este detalle final: El último ataque "terrorista" en suelo estadounidense fue el ataque con antrax en octubre de 2001 que mató a cinco personas ...y el antrax usado fue rastreado hasta unas instalaciones militares de Estados Unidos.


Fuente: Global Research, 16 de septiembre de 2007
Traducción Observatorio de la Islamofobia

Medio centenar de vuelos a Guantánamo pasaron por España entre 2002 y 2007

AENA revela al juez que al menos 11 aviones hicieron escala en bases españolas



Miguel González
El País

Casi medio centenar de aviones, en su mayoría militares, han cruzado el espacio aéreo español con destino o procedentes de la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), verdadero agujero negro del derecho internacional, donde la Administración Bush recluye a los prisioneros de su "guerra global contra el terrorismo". Al menos una decena de estos aviones hicieron escala en las bases españolas de Rota, Torrejón de Ardoz (Madrid) y Morón de la Frontera (Sevilla).

Un total de 22 de estos vuelos se produjeron en el mandato de José María Aznar, y 25 en el de José Luis Rodríguez Zapatero.

Así consta en la documentación que el organismo público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), dependiente del Ministerio de Fomento, ha enviado al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, quien investiga los vuelos de la CIA, utilizados para trasladar personas secuestradas o ilegalmente detenidas.

La información remitida de AENA, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, es novedosa porque el Gobierno nunca la trasladó al Parlamento, a pesar de que debía disponer de ella y se han celebrado varios debates parlamentarios sobre este asunto. Cuando el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, informó a la comisión correspondiente del Congreso, en noviembre de 2005, sólo mencionó un vuelo a Guantánamo, el que realizó en abril de 2004 un avión Gulfstream IV que hizo escala en Tenerife camino de Bucarest (Rumania). Moratinos se limitó a informar sobre escalas de aviones sospechosos en Baleares y Canarias, que había difundido la prensa, especialmente Diario de Mallorca.

Posteriormente, el Gobierno dio respuesta a los informes exhaustivos del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo -ante cuya comisión de investigación compareció Moratinos en septiembre de 2006-, pero sin aportar los datos de AENA. De hecho, la Comisión de Exteriores del Congreso acordó por unanimidad en abril de 2006 solicitar al Gobierno "la elaboración de un informe detallado en el que se incorporen todas las nuevas informaciones en su poder" sobre los vuelos de la CIA. El informe no llegó al Parlamento.

La documentación de AENA revela que en 2002 hubo ocho vuelos con origen o destino a Guantánamo que sobrevolaron España; siete en 2003; 12 en 2004; nueve en 2005; nueve en 2006; y dos en 2007, hasta febrero. Los que hicieron escala en aeropuertos españoles fueron 11: seis en Rota (Cádiz); dos en Morón de la Frontera (Sevilla); dos en Torrejón de Ardoz (Madrid) y uno en Tenerife Norte.

Además de los jets privados fletados por la CIA e identificados por el Consejo de Europa (Gulfstream IV y V y Boeing 737), la mayoría de los vuelos corresponden a aviones militares de transporte de gran capacidad, como el C-17 Globemaster, con más de cien plazas, el C-141, el DC-10 o el K35R de reabastecimiento en vuelo. También figura un B-743 de la compañía saudí Saudia que este año voló de Guantánamo a Casablanca. El lugar donde con más frecuencia recalaron los aviones fue Incirlik (Turquía), escala para los vuelos hacia o desde Afganistán e Irak.

La existencia de vuelos a Guantánamo desde las bases de Rota, Torrejón y Morón la reveló EL PAÍS el 12 de febrero a partir de los registros de control de tráfico aéreo de Portugal. Estos datos son los que llevaron al juez Moreno a preguntar a AENA. Sorprendentemente, este organismo asegura que no dispone de información de dos de los vuelos citados por Portugal: el Morón-Guantánamo, de enero de 2002, y el Rota-Guantánamo, de abril de 2005. En cambio, confirma cinco de las escalas en bases españolas citadas por el país vecino y añade seis más.

La falta de información en torno a estos vuelos es, en todo caso, notable. AENA incluye en la lista algún vuelo que en teoría no toca Guantánamo -como un Rota-Bagram (Afganistán)- y reconoce en algún caso que el destino es desconocido.

Cuando informó al Congreso, en noviembre de 2005, Moratinos se mostró convencido de que todas las escalas de aviones militares de EE UU en bases españolas, al amparo del convenio bilateral, se habían realizado "de acuerdo con la ley". Sin embargo, España nunca ha inspeccionado los aviones de EE UU en Morón, Rota y Torrejón, hasta el punto de que el manifiesto de carga que se presenta a las autoridades no suele incluir una lista de pasajeros. En la reforma del convenido bilateral pactada en 1992 por Aznar con Bush se renunció a preguntar por "el tipo y la finalidad de la misión" de los aviones en tránsito por España.

Fuente: El País, 12 de noviembre de 2007


Véase también sobre el mismo tema:

Del "Gladio" a los vuelos de la CIA

Vergüenza europea

Los Estados Unidos amplían sus campos de concentración para musulmanes

Amnistía Internacional alerta sobre los juicios ilegales de Guantánamo

Con sus propias palabras: deshumanizando a la gente de Irak


por Adel Safty


Algunos de los testimonios con mayor credibilidad contra la guerra de Iraq vienen de lo propios soldados americanos de los que se espera inflijan los horrores de la guerra a la gente de Irak.

Recientemente, los Veteranos de Irak Contra la Guerra confeccionaron una lista con diez razones por las que se oponen a la guerra. Entre estas razones están: "La guerra de Irak está basada en mentiras y engaños", "La guerra de Irak viola la ley internacional" y "el abrumador número de muertes de civiles que ocurren a diario en Irak".

De manera significativa, los Veteranos de Irak Contra la Guerra, también incluyen como una razón principal para su oposición a la guerra el hecho de que la guerra deshumaniza a la población iraquí, que se ven "sujetos a controles humillantes y violentos, registros y redadas en sus casas a diario".

Esta deshumanizadora realidad diaria en el Irak ocupado fue extensamente documentada en una importante investigación publicada por The Nation (30 de julio) en la que se entrevistó a cincuenta veteranos estadounidenses de la guerra de Irak.

La investigación de The Nation, cuentan lo editores, "marca la primera vez que tantos testigos oculares de dentro del ejército de EE. UU. con nombres y apellidos han sido reunidos en un lugar para corroborar abiertamente sus aseveraciones".

El panorama que surge de las entrevistas es el de una guerra colonial brutal y depravada y una ocupación opresiva, en claro contraste con como la administración Bush y los medios de comunicación influyentes han estado describiéndola.

Los testimonios de los veteranos revelaron un patrón de comportamiento que mostraba una cruel indiferencia por las vidas de los civiles iraquíes, y una constante deshumanización del pueblo iraquí. "Docenas de los entrevistados", afirma el informe, "fueron testigos de como civiles iraquíes, incluyendo niños, morían a causa del fuego estadounidense. Algunos participaron en tales matanzas...". Aunque muchos de los entrevistados dijeron que tales actos fueron perpetrados por una minoría, describieron esos actos como comunes y que con frecuencia quedaban sin denunciar.

El especialista Jeff Englehart de Colorado que sirvió con la Tercera Brigada en Baquba, al noreste de Bagdad, resumió la actitud general hacia los iraquíes: "Mientras estaba allí" dijo "la actitud general era, un iraquí muerto es sólo un iraquí muerto más".

El especialista Michael Harmon, de Brooklyn, que sirvió en el 167 Regimiento Armado en Al-Rashidiya, cerca de Bagdad, contó el momento decisivo para él: "Un artefacto casero explotó, los soldados empezaron a disparar a todas partes y dieron a un bebé. El bebé me miró, no estaba llorando, no estaba haciendo nada, sólo me miró como... Sé que no podía hablar. Puede sonar a locura, pero parecía como si me preguntara por qué. Ya sabes, ¿por qué tengo una bala en la pierna...? Fue como, ya está, basta...".

En su búsqueda de insurgentes, las fuerzas estadounidenses suelen efectuar redadas en barrios sospechosos entre la medianoche y las cinco de la mañana. La mayoría de las veces no encuentran nada, pero dejan tras de sí un rastro de destrucción, pánico y humillación.

El sargento John Bruhns, de Filadelfia, que sirvió en Bagdad y en Abú Ghraib, y participó en redadas en cerca de 1.000 casas iraquíes, describe la rutina:

"Coges al hombre de la casa. Lo sacas de la cama delante de su mujer. Le pones contra la pared. Tienes soldados jóvenes... corren a las otras habitaciones y cogen a la familia, y tú los agrupas a todos juntos. Entonces entras en una habitación y la haces trizas... y coges al hombre de la casa, y lo tienes encañonado, y le dices al intérprete que le pregunte: '¿Tenéis armas? ¿Tenéis propaganda antiestadounidense...?'

"Normalmente dicen que no, porque normalmente esa es la verdad", dijo el sargento Bruhns. "Y si encuentras algo, entonces le detienes. Si no encuentras nada, dices 'siento haberles molestado, buenas noches'. De modo que acabas de humillar a este hombre delante de toda su familia, les has aterrorizado y has destrozado su casa. Entonces vas a la puerta de al lado y haces lo mismo en cien casas".

La humillación que describen los veteranos se vio acentuada debido a las degradantes ideas racistas y estereotipadas que muchos soldados tienen sobre los árabes y el Islam: "Del mismo modo, era muy común", dice el Especialista Englehart, "que los soldados de EE. UU. les llamaran cosas peyorativas, como montacamellos, Johnny Yihad o también , negros de la arena".

Los soldados americanos que tomaron parte en las patrullas vecinales les contaron a los entrevistadores que a menudo tiraban a dar. El sargento Patrick Campbell, de Camarillo, California, que participó en muchas patrullas vecinales, "dijo que su unidad había disparado a menudo y sin previo aviso a civiles iraquíes en un intento desesperado de repeler los ataques".

Los entrevistados le contaron a The Nation que el asesinato de iraquíes desarmados era común. Tales asesinatos a veces se justificaban incriminando falsamente a inocentes de terroristas. Las tropas estadounidenses colocaban fusiles AK-47 al lado de los cadáveres para que pareciera que los civiles a los que acababan de disparar eran combatientes.

El especialista de caballería Joe Hatcher, de San Diego, que sirvió en el Cuarto de Caballería en Ad Dawar, a mitad de camino entre Tikrit y Samarra, dijo: "todos los polis buenos llevan un arma desechable. Si matas a alguien y está desarmado, la dejas encima de él". Los que sobrevivían a esos tiroteos se encontraban prisioneros acusados de insurgentes.

La irracionalidad de la guerra colonial, la humillación, deshumanización y la perdida de vidas inocentes que causa, el precio en vidas malgastadas, destrozadas y las profundas heridas emocionales que inflige en quienes perpetran los crímenes; éstas y otras incomprensibles realidades avocan preguntas sin respuesta, conmovedoras en su relevancia, mordaces en su simplicidad: "Las carnicerías, todos los civiles muertos, los cuerpos reventados que vi", dijo el especialista Englehart. "Empecé... empecé a pensar, ¿por qué? ¿Para qué todo esto?"

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El Profesor Adel Safty es Profesor Visitante Distinguido en la Academia de Administración Pública de Novosibirsk, Rusia. Es el autor de From Camp David to the Gulf, Montreal, New York, y Leadership and Democracy, New York.

Fuente: Znet
Traducción Miguel Montes Bajo