Los Estados Unidos amplían sus campos de concentración para musulmanes

"Campo 6": Un nuevo informe de Amnistía Internacional condena la situación imperante en Guantánamo


La gran mayoría de las personas que siguen detenidas en Guantánamo están recluidas en condiciones crueles de aislamiento en abierto desacato de las normas internacionales, según revela un nuevo informe de Amnistía Internacional que la organización publica hoy, 5 de abril del 2007: Estados Unidos: Crueles e inhumanos. Las condiciones de aislamiento en el centro de detención de Guantánamo.

La mayoría de los detenidos han sufrido un trato duro a lo largo de toda su privación de libertad, recluidos en jaulas de tela metálica o en celdas de máxima seguridad. Una nueva instalación –conocida como “Campo 6”–, que entró en funcionamiento en diciembre del 2006, ha creado condiciones de aislamiento extremo y privación sensorial aún más duras y, según parece, más permanentes.

Los detenidos están recluidos 22 horas del día en celdas de acero individuales, cerradas, desprovistos prácticamente de cualquier contacto humano. Las celdas no tienen ventanas al exterior, ni luz natural, ni aire fresco. Los detenidos no disponen de actividad alguna y están sometidos las 24 horas a luz eléctrica y vigilados constantemente por guardias a través de estrechos ventanucos en las puertas de las celdas. Sólo hacen ejercicio en un patio de muros altos en el que apenas penetra la luz del sol. A menudo se les ofrece hacer ejercicio sólo de noche, con lo que pueden pasar días sin ver la luz natural.

Las autoridades estadounidenses han descrito el Campo 6 como una “instalación de vanguardia”, más segura para los guardias y “más cómoda” para los detenidos. Sin embargo, Amnistía Internacional considera que las condiciones que muestran las fotografías y que describen los detenidos y sus abogados infringen las normas internacionales que prescriben un trato humano. En ciertos aspectos parecen más severas incluso que los niveles más restrictivos de custodia que se aplican en el territorio continental estadounidense en los centros de “súper máxima” seguridad y que los organismos internacionales han criticado por considerar que son incompatibles con los tratados y normas de derechos humanos.

Según parece, aproximadamente un 80 por ciento de los 385 hombres que se estima recluidos en Guantánamo están sometidos a régimen de aislamiento, práctica que invierte los pasos anteriores para aliviar las condiciones y permitir una mayor relación social entre los detenidos. Según el Pentágono, a mediados de enero de este año ya se había trasladado al Campo 6 a 165 personas detenidas en otras instalaciones de la base. Otro centenar de detenidos están recluidos en solitario en el Campo 5, otra instalación de máxima seguridad.

Se cree que hasta 20 detenidos podrían estar recluidos también en régimen de aislamiento en Campo Eco, una instalación de la base que está separada de las otras y en la que se aplican condiciones de reclusión que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha descrito como sumamente duras.

Shaker Aamer, residente del Reino Unido que realizaba antes funciones de negociador en el campo, lleva recluido en Campo Eco, en régimen de aislamiento total, desde septiembre del 2005. Saber Lahmer, ciudadano argelino capturado en Bosnia, también ha pasado los últimos 10 meses en Campo Eco. Según los informes, los dos hombres se encuentran recluidos en celdas pequeñas y sin ventanas, apenas pueden hacer ejercicio y su única pertenencia es un ejemplar del Corán. En marzo, Saber Lahmer se negó al parecer a salir de su celda para acudir a una visita planificada con sus abogados, lo que causó gran preocupación por su salud mental.

Según los informes, se han adoptado medidas de seguridad aún más estrictas en el campo tras la prolongada huelga de hambre y el aparente suicidio de tres detenidos en junio del 2006. Muchos de los detenidos trasladados al Campo 6 se encontraban anteriormente recluidos en el Campo 4, donde vivían en barracones comunales y tenían acceso a una serie de actividades recreativas. Se informa de que en el Campo 4 sólo quedan unos 35 detenidos, de los 180 que había en mayo del 2006.

“La reclusión de los detenidos en condiciones de encierro extremo no parece deberse al comportamiento individual de estas personas –dice Amnistía Internacional–, sino al establecimiento de normas de funcionamiento más duras en el campo.”

Además de considerarlas inhumanas, Amnistía Internacional teme que las condiciones de privación de libertad puedan perjudicar gravemente la salud física y mental de muchas de las personas detenidas, exacerbando el estrés inherente a la reclusión indefinida sin juicio y sin acceso a familiares. Los abogados que han visitado recientemente a personas detenidas en el Campo 6 han manifestado preocupación por el efecto que están teniendo las condiciones de reclusión en el estado mental de varios de sus clientes.

Amnistía Internacional pide que se cierre Guantánamo y que las personas allí detenidas sean bien acusadas y juzgadas según disponen las normas internacionales de justicia procesal, o bien puestas en libertad. Mientras tanto, la organización exhorta al gobierno estadounidense a tomar medidas urgentes para aliviar las condiciones que imperan en el campo a fin de asegurar que todos los detenidos reciben un trato acorde con las disposiciones del derecho y las normas internacionales.

Estas medidas incluyen: garantizar que ningún detenido sea sometido a un régimen de aislamiento prolongado en condiciones de estímulo sensorial reducido, y permitir a los detenidos una mayor asociación y actividades así como un contacto regular con sus familiares, con posibilidad de llamadas telefónicas y visitas.

Amnistía Internacional también pide al gobierno que permita la entrada de profesionales de la salud independientes a Guantánamo para someter a los detenidos a examen médico en privado y que permita las visitas de organizaciones independientes de derechos humanos y expertos de la ONU en el área de los derechos humanos.

Fuente: Amnistía Internacional

Para descargar este informe de Amnistía Internacional (en inglés, desde Cageprisoners.com) pulsar aquí

Amnistía Internacional: Miles de menores de todo el mundo han conocido la angustia y el dolor a causa de las prácticas y políticas "antiterroristas" de los Estados Unidos

Algunos de ellos han permanecido recluidos, prácticamente en régimen de incomunicación, de forma indefinida, sin cargos ni juicio; otros han sido torturados o sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes; y otros muchos sufren en sus hogares la ausencia de padres, hermanos y demás familiares, recluidos indefinidamente, en ocasiones, desde hace años.

Se cree que las autoridades estadounidenses han llegado a recluir a 17 menores en la bahía de Guantánamo. Cuatro de ellos, tal vez más, continúan allí.

Se trata de Mohammed al-Gharani y Omar Khadr, de 15 años de edad en el momento de su detención, Hassan bin Attash, de 17 cuando fue capturado, y Yousef al-Shehri, de 16 años.

Según informes, otro detenido, Yassar al-Zahrani, contaba 17 años cuando fue detenido. Murió en Guantánamo en junio de 2006: al parecer, se ahorcó.

Sólo se separó a tres de los menores recluidos en Guantánamo de los reclusos adultos, a pesar de que el derecho internacional exige que se proteja en modo especial a los menores de 18 años privados de libertad.

Los demás han sido recluidos en condiciones de igual dureza que los adultos, con periodos prolongados en régimen de aislamiento, separados de sus familias y sin acceso a educación.

Todos los que fueron puestos bajo custodia cuando aún eran menores de edad y trasladados a Guantánamo tienen ahora más de 18 años. Sin embargo, eso no altera el hecho de que el trato que recibieron antes violó principios internacionales relativos al trato de menores.

Fuente: Amnistía Internacional "Cerremos Guantánamo"