Caso ántrax: fabricando la "amenaza islámica"

Altos cargos de la Casa Blanca ordenaron al FBI que acusara de la amenaza del ántrax a "Al-Qaida"


James Gordon Meek
The Daily News - Washington Bureau

WASHINGTON - El Daily News ha sabido que durante los ataques con ántrax de 2001, altos cargos de la Casa Blanca presionaron repetidamente al director del FBI, Robert Mueller, para que dijera que se trataba de una segunda oleada de ataques de "Al-Qaida", pero los investigadores no lo hicieron.

Tras la muerte por exposición al ántrax de Robert Stevens, editor fotográfico del Sun, el 5 de octubre de 2001, Mueller fue "vapuleado" durante las sesiones sobre servicios de inteligencia del presidente Bush por no producir "pruebas" de que las esporas letales eran la obra del terorista Osama Bin Laden, según ha declarado un antiguo asesor.

"Ellos querían realmente acusar a alguien de Oriente Medio", declaró a The News el alto responsable del FBI, hoy retirado.

El 15 de octubre de 2001 el presidente Bush dijo: "Puede haber algunos vínculos" con Bin Laden. El vicepresidente Cheney también dijo que los esbirros de Bin Laden habían sido entrenados "en extender y usar este tipo de sustancias, así que sólo hay que unir todas las piezas".

Pero para entonces el FBI ya sabía que el ántrax encontrado en las cartas dirigidas a los medios de comunicación y a un senador de los Estados Unidos eran de origen militar, de la sección de armas biológicas.

"Enseguida supimos que esto no era algo que un tipo pudiera obtener en una cueva", dijo el antiguo alto cargo del FBI. "No podían pasar de cúters una semana a ántrax de nivel de armamento a la siguiente."


Fuente: The New York Daily News, 2 de agosto de 2008
Traducción Observatorio de la Islamofobia



Véase también sobre este tema:

Cuestiones claves del caso ántrax

Se suicida una de las cabezas visibles de la operación ántrax

_____________