Cuestiones claves del caso ántrax




por Glenn Greenwald


El principal sospechoso para el FBI de los ataques con ántrax de septiembre de 2001, Bruce E. Ivins, murió el martes por la noche, en lo que aparentemente fue un suicidio, justo cuando el Departamento de Justicia estadounidense acababa de acusarle de ser el responsable de los ataques.

Durante los últimos dieciocho años Ivins fue un investigador de élite sobre el ántrax en los laboratorios de investigación de armas biológicas del gobierno estadounidense en Fort Detrick, Maryland, donde era uno de los científicos responsables sobre el ántrax en el Instituto de Investigación Médica sobre Enfermedades Infecciosas del Ejército Estadounidense (U.S. Army Medical Research Institute of Infectious Disease - USAMRIID).

Los ataques con ántrax han sido uno de los grandes misterios de la era post 11-S. Tras el propio 11-S, los ataques con ántrax han sido probablemente el acontecimiento con más consecuencias dentro de Estados Unidos de la presidencia de Bush. Los ataques del 11-S fueron obviamente traumáticos para el país, pero, sin los ataques con ántrax, el 11-S podría haber sido percibido como un suceso excepcional, aislado. Fueron realmente las cartas del ántrax -la primera enviada el 18 de septiembre, exactamente una semana después del 11-S- las que hicieron subir radicalmente los niveles de pánico y las que crearon el clima que dominaría los Estados Unidos por los siguientes años. Enviado directamente al corazón de las principales instituciones políticas y mediáticas del país (al líder de la mayoría del Senado, Tom Daschle; al senador Pat Leahy; a la figura prominente de NBC News Tom Brokaw, y a otros medios destacados), fue el ántrax lo que creó la impresión de que el propio orden social estaba seriamente amenazado por el "radicalismo islámico".

Si el fallecido Ivins fue realmente quien estaba detrás de los ataques, esto significa que el ántrax salió de un laboratorio del gobierno estadounidense, y que fue enviado a sus destinatarios por un científico de élite del ejército norteamericano en Fort Detrick. No hace falta recurrir a especulaciones de ningún tipo para darle a este hecho la importancia que tiene. Desde el comienzo hubo un claro intento por parte del atacante con ántrax de crear un vínculo entre los ataques con ántrax, los ataques del 11-S y los "radicales islámicos".

Esta era la carta enviada a Leahy:

"Tenemos este ántrax.
Vas a morir ahora.
¿Tienes miedo?
Muerte a América.
Muerte a Israel.
Allah es grande."

Estos ataques pusieron a la población estadounidense en un estado de intenso miedo al "terrorismo islámico", mucho más de lo que los ataques del 11-S por sí solos hubieran podido lograr.

Además hubo un intento específico -que contó con la indispensable ayuda de ABC News- de vincular el ántrax, además de con los "terroristas islámicos", con Iraq y Saddam Hussein. Bajo mi punto de vista, y he escrito sobre ello numerosas veces y en detalle, el papel desempeñado por ABC News en este episodio es el más grande escándalo mediático de esta década. La noticia del suicidio de Ivins y de que los ataques con ántrax partieron seguramente de Fort Detrick, aportan nuevos datos clave y demuestran lo escandalosa que continúa siendo la conducta de ABC News en este asunto.

Durante la última semana de octubre de 2001, ABC News, dirigida por Brian Ross, proclamó sin descanso en su sección de noticias destacadas que las pruebas llevadas a cabo sobre el ántrax por el gobierno -pruebas realizadas en Fort Detrick- revelaban que el ántrax enviado a Daschele contenía el aditivo químico conocido como bentonita. ABC News proclamaba una y otra vez que la presencia de bentonita era la prueba irrefutable de que Iraq era el responsable de los ataques, dado que -como repetía ABC News- la bentonita era "la marca de fábrica del programa de armas biológicas del líder iraquí Saddam Hussein" y "sólo un país, Iraq, ha usado bentonita para producir armas biológicas".

Las alegaciones de ABC News -que dijeron al principio provenir de "tres fuentes bien informadas pero distintas", y luego de "cuatro fuentes bien informadas pero distintas"- fueron completamente falsas desde el inicio. Nunca se detectó bentonita en el ántrax enviado (algo que a duras penas ABC News reconoció por primera vez en 2007, como resultado de mis reclamaciones continuas para que lo hicieran). Ninguna prueba detectó nunca la presencia de bentonita. El argumento fue simplemente falso desde el principio.

Esto quiere decir que "las cuatro fuentes bien informadas pero distintas" les suministraron información que era completamente falsa -información falsa que creó un vínculo muy importante en la mente de la gente entre los ataques con ántrax y Saddam Hussein.

Y a pesar de los desmentidos constantes, cuatro fuentes bien informadas y distintas habían dicho a ABC News que las pruebas iniciales sobre el ántrax enviado realizadas por el ejército estadounidense en Fort Detrick, Maryland, habían detectado restos de los aditivos químicos bentonita y silica. Dos días antes, Ross apareció en el telediario de la noche de ABC News con Peter Jennings y, como noticia principal, dijo entrecortado: El descubrimiento de la bentonita se ha producido en una serie de pruebas realizadas en Fort Detrick, Maryland, y en otros lugares. Ross aludió claramente a cuatro fuentes solventes distintas que tenían conocimiento especial de las pruebas realizadas, lo que nos deja entender que tenían alguna conexión con el laboratorio donde se realizaron las pruebas: Fort Detrick. Esto quiere decir que el mismo laboratorio gubernamental de donde justamente salieron los ataques con ántrax era el lugar donde se originaron los falsos informes que acusaban de estos ataques a Iraq.

Es muy posible que la misma gente responsable de perpetrar esos ataques fue la que también suministró los falsos informes al público, a través de ABC News. Lo que sabemos con certeza -como resultado de las cartas que acompañaban el ántrax- es que quien perpetrara los ataques quería que la opinión pública creyera que habían sido enviados por musulmanes.

Quizás es difícil de recordar para mucha gente siete años después, pero estos informes de ABC News vinculando a Saddam Hussein y el ántrax calaron muy hondo -como estaba previsto- en nuestro discurso público y en la conciencia popular. Estos informes fueron absolutamente vitales para crear la impresión de que los "terroristas islámicos" en general, e Iraq y Saddam Hussein en particular, eran amenazas graves y letales para este país.

El Weekly Standard publicó dos largos artículos atacando al FBI por centrarse en posibles sospechosos de dentro del país e insistiendo en que Saddam Hussein era uno de los orígenes más que probables de esos ataques. En noviembre de 2001 publicaron un artículo que comenzaba:

"Sobre el asunto clave de quién ha enviado el ántrax, es hora de que demos crédito al sitio web de ABC, ABCNews.com. Aquí ofrecemos un fragmento de un artículo escrito a finales de la semana pasada por Gary Matsumoto, que da nueva credibilidad a la teoría de sentido común de que Al Qaeda o Iraq -y no alguien de aquí del tipo de Ted Kaczynski- está detrás del ataque bacteriológico."

El Weekly Standard publicó otro artículo mucho más largo y más dogmático en abril de 2002 apoyando una vez más los argumentos de la "bentonita" y defendiendo que "Hay pruebas altamente significativas que vincularían a Iraq con el último caso de terrorismo con ántrax". Laurie Mylroie, del Instituto de la Empresa Americana [American Entreprise Institute], que ya tenía escrito un artículo vinculando a Saddam Hussein con el 11-S el mismo 13 de septiembre, expresamente declaró en noviembre de 2001 que "hay pruebas aplastantes de que los ataques con ántrax están conectados con Iraq", y basaba esta acusación casi exclusivamente en el informe de ABC News y de Ross (Mylroie: "Evidence Shows Saddam Is Behind Anthrax Attacks").

Y fue entonces cuando el presidente Bush nombró a Iraq miembro del "Eje del Mal" en su alocución sobre el estado de la unión de enero de 2002 -sólo dos meses después del informe de ABC News, cuando los ataques con ántrax estaban todavía muy presentes en las mentes de los estadounidenses- e hizo esta declaración:

"El régimen iraquí está conspirando desde hace una década para desarrollar ántrax, y gas nervioso, y armas atómicas..."

La alusión a Iraq fue la única referencia en la alocución al entonces irresuelto asunto de los ataques con ántrax. Y la vinculación Iraq-ántrax fue hecha de este modo explícito en un momento en que, como sabemos ahora, ya se tenía planeado el ataque a Iraq.


Extraído de
"Vital unresolved anthrax questions and ABC News"
Salon.com, 1 de agosto de 2008
Traducción Observatorio de la Islamofobia

Véase también:
Se suicida una de las cabezas visibles de la operación ántrax




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