Viaje al país de la intolerancia



por Chems Eddine Chitour



Para Phillipe Val, el director de Charlie Hebdo, toda crítica a Israel es un acto antisemita.

"Jean Sarkozy [hijo de Nicolas Sarkozy], digno hijo de su padre y ya consejero general en la UMP, ha salido prácticamente entre aclamaciones de su proceso ante el tribunal correccional por el delito de huida en moto. ¡Hasta el ministerio fiscal ha pedido su puesta en libertad! ¡Conviene recordar que el demandante es árabe! Y esto no es todo: acaba de declarar querer convertirse al judaísmo antes de casarse con su novia, judía y heredera de los fundadores de Darty. ¡Este niño hará carrera!"

He aquí el cuerpo del delito que ha hecho que el dibujante iconoclasta Siné haya sido despedido de la publicación francesa Charlie Hebdo. Para comprender este acto incomprensible, es necesario descender a las profundidades y describir la atmósfera de mordaza de plomo que pesa actualmente sobre cualquier inteligencia en Francia que quiera salirse del control de los bienpensantes de obediencia israelí. Estos llevan a cabo un combate sin tregua por la impunidad de Israel, sobre el terreno y en los discursos, que les lleva a controlar todo lo que se dice sobre los judíos y sobre Israel. Por supuesto, sólo se puede hablar sobre ellos en elogios, escogiendo bien los términos. Si no, uno se expone a la artillería de grueso calibre.

Acordémonos del abad Pierre, que tuvo la desgracia de decir que el exterminio fue puesto en práctica por el pueblo judío en el Libro de Josué, y que incluso fue presionado para que renegara de su amistad con Roger Garaudy, perseguido a su vez por sus posiciones anti-israelíes. Acordémonos de Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones que cometió el error de escribir un papel donde se preguntaba "¿Se puede criticar a Israel?". La lista es larga.

La última víctima ha sido un subprefecto que escribió en el sitio web "Oumma.com" que los francotiradores israelíes usaban como dianas a niños palestinos. Fue relevado de sus funciones en 48 horas... El humorista Dieudonné ha descendido literalmente a los infiernos y ya no tiene visibilidad mediática. Cada uno de ellos es responsable de haber sacado a la luz cosas que pueden poner en cuestión el discurso dominante, es decir: que los árabes son antisemitas, que el holocausto no puede ponerse en cuestión so pena de prisión, que Israel tiene el derecho exclusivo al genocidio, que es la vanguardia occidental, espacio de tolerancia constantemente atacado, que debe defenderse, si hace falta disparando sobre un palestino tirado en el suelo, como en el último video... Paroxismo de todo esto, y colmo de la ironía, uno recuerda el asunto del RER: una mitómana se desgarra la falda y se lacera y atribuye eso a los magrebíes. A renglón seguido toda la crema de la sociedad política francesa, con Jacques Chirac a la cabeza, reacciona con graves juramentos: "Quien toque -dice Chirac- un pelo de un judío, está tocando a la República". Pero luego se descubre que todo ha sido un montaje, y los magrebíes demonizados no tienen derecho siquiera a recibir excusas por haber sido injustamente acusados.

La caza de brujas

Dieudonné, escribe Taiké, se ha convertido en un auténtico paria en los medios de comunicación como consecuencia de un desdichado sketch (que en el escenario del Fogiel, donde se representó, no escandalizó a nadie) en el que representaba a un colono israelí que invitaba a los jóvenes de los suburbios a unirse al "Eje del Bien", "el eje americano-sionista", y que terminaba con un sonoro "Isra-heil", haciendo el saludo hitleriano. La lógica de "dos pesos, dos medidas" fue claramente visible. Dieudonné de hecho se había metido ya con todo tipo de comunidades, incluidos los cristianos y los musulmanes, pero fue su sketch sobre un extremista judío lo que le granjeó todos los problemas, el comienzo de su linchamiento. Dieudonné fue conminado constantemente a partir de aquello a pedir perdón, a arrepentirse. No por sus anteriores ataques contra "los franceses racistas" o "los musulmanes terroristas", sino por su ataque a "los judíos extremistas".

"Eran los días en que Charlie Hebdo, apoyado por Bernard-Henri Lévy y toda la intelectualidad, defendía la libertad de expresión frente a la amenaza del "islamo-fascismo", la libre caricatura de las religiones en nombre de la Ilustración y de Voltaire, los días también en que esta misma intelectualidad tomaba unanimemente la defensa de Robert Redeker criticando firmemente al Islam, a riesgo, se decía, de tener que decir grandes barbaridades. En esos mismos días, Dieudonné no encontraba ninguna circunstancia atenuante y debía expiar sus pecados, debía soportar la censura, la prohibición de sus espectáculos y las acusaciones de antisemitismo, por los mismos que denunciaban el "chantaje de la islamofobia" en el proceso de las caricaturas de Mahoma."

"La demonización funcionó a toda máquina. Las agresiones de que fue víctima el humorista se minimizaban, o se ocultaban completamente, mientras que sus salidas de tono verbales eran amplificadas mediáticamente. El "dos pesos, dos medidas" está de nuevo escandalosamente presente en el caso Siné. El caricaturista de Charlie Hebdo acaba de ser despedido de su puesto por su director Philippe Val, con el pretexto de que habría cometido un texto antisemita. El "mal paso" de Siné apareció el 2 de julio de 2008 en Charlie Hebdo, sin que Val (subrayémoslo) impusiera su veto. Fue Claude Askolovitch, del Nouvel Observateur, el 8 de julio en la RTL, el primero en dar el grito de alarma por un acto antisemita, tratando de pasada a Siné de basura... Para tener éxito en la vida, más vale ser judío: ésta es la interpretación de ese pequeño texto que hacía este periodista político. Pero resulta que todo el mundo no hace la misma interpretación, empezando por el propio Siné, que pretende únicamente denunciar el arribismo y el oportunismo de un joven que para casarse con una multimillonaria, abjura de su religión y se convierte a otra." (Taïké Eilée: "Affaires Dieudo-Siné: flagrants délits de judéomanie?" Agoravox 19 07 2008)

Éric Martin, Benoît Delépine y Lefred-Thouron, firmantes de la iniciativa para apoyar al dibujante de Charlie, comparten la misma visión: "¿Dónde está el antisemitismo en el texto de Siné? Él sólo denuncia, con el estilo florido que es su marca de fábrica, el oprtunismo del hijo del presidente de la República". Lo mismo piensa Gisèle Halimi: "La dirección de Charlie Hebdo acaba de expulsar brutalmente a Siné. Motivo alegado: propósitos antisemitas. Leyendo atentamente esas escasas líneas, y como especialista en derecho de la prensa, estoy en condiciones de afirmar que no se trata sino de un pretexto. Un proceso por antisemitismo no tendría muchas posibilidades de prosperar en este caso. En realidad esta operación es parte de las cazas de brujas que se multiplican hoy para mantener la psicosis del judío perseguido". Esta autora no olvida tampoco denunciar el famoso "dos pesos, dos medidas": "Charlie Hebdo se había erigido todo el tiempo en paladín de la libertad de expresión. Recuérdese el atronador proceso que se puso en escena, filmado, supermediatizado, cuando el asunto de las 'caricaturas de Mahoma'".

Pero si Philippe Val descubre antisemitismo en las líneas de Siné, extrañamente no percibió islamofobia en estas otras líneas, también firmadas por Siné, y publicadas este 11 de junio en Charlie Hebdo: "Nunca he brillado por mi tolerancia, pero esto no tiene arreglo, y aun a riesgo de quedar por políticamente incorrecto, juro que cada vez soporto menos a los musulmanes y que cuanto más me cruzo con las mujeres con pañuelo, que proliferan en mi barrio ¡más ganas tengo de patearles violentamente el culo!"

¿Cómo entender esta diferencia de trato, de percepción? ¿Cómo ser ciego a un ataque anti-musulmán y ser hipersensible a un comentario anti-judío? Uno esperaría ver estas "salidas de tono" todas reprimidas o todas toleradas, según uno sea partidario de la libertad de expresión total o reglamentada. Las dos posiciones tienen su lógica. Pero no parece justo tolerar o no un ataque dependiendo de a qué "comunidad" va destinado.


Extraído de: Judeomanie contre islamophobie. L'Expression, 24 de julio de 2008.


Véase también sobre Phillipe Val, Sarkozy y Charlie Hebdo:

Colectivo Las Palabras Son Importantes
Charlie Sarkozy y Nico Hebdo
En torno al Doctor Sarko, Míster Val y la libertad de expresión



Laurent Lévy
“Censura”, “derecho a la blasfemia” e islamofobia. Vuelta al “asunto de las caricaturas”


René Naba
Sobre la acusación de antisemitismo como arma de disuasión


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