Manifestación racista contra Casa Árabe por creer que se trata de un centro musulmán


El Tribunal Superior de Justicia de Madrid autoriza una manifestación contra Casa Árabe


Amanda Figueras

MADRID.- Nuevo choque de criterios entre la Delegación del Gobierno en Madrid y el Tribunal Superior de Justicia de la capital (TSJM). El primero había negado al partido ultraderechista Frente Nacional la autorización para hacer este martes una manifestación en contra de Casa Árabe, lo que ellos consideran "un centro islámico en el distrito de Salamanca"; pero el TSJM dice que la resolución de la Subdelegación "infringe el artículo 21 de la Constitución", que garantiza el derecho de reunión y expresión.

Los organizadores habían dado a conocer la convocatoria, a las 20.30 horas enfrente del edificio que alberga la sede en Madrid de Casa Árabe, en las antiguas Escuelas Aguirre en la calle de Alcalá número 62, a través de llamativos carteles pegados en la zona.

Unas 50 personas secundaron el acto. Algunos de ellos, vecinos del barrio, afirmaron que estaban allí porque "los árabes nos van a comer a todos". Una mujer de unos 60 años decía estar indignada por el pasotismo de la gente: "esto lo cedió un señor a los niños pobres católicos y ahora se lo pasan a los árabes. Es una vergüenza".

Casa Árabe, creada tras la aprobación por el Consejo de Ministros en diciembre de 2005, no es un lugar para el uso y disfrute "de los árabes" si no que, como ha explicado su directora, Gema Martín Muñoz, pretende a través de sus actividades ser un centro de análisis, difusión y divulgación sobre los países árabes que facilite el conocimiento de sus realidades de una manera plural y diversa. "El desconocimiento mutuo va generando prejuicios y sentimiento de rechazo hacia lo árabe y lo musulmán", afirmó.

"Alianza proislamista de IU, PSOE y PP"

José Fernando Cantalapiedra, líder de Frente Nacional y antiguo jefe nacional de La Falange acusó a Ruiz Gallardón de haber "cedido las Escuelas Aguirre de manera ilegal, sin celebrar ni un pleno".

En declaraciones a elmundo.es en la sede de su nueva formación, calificó de "barbaridad" que "se deje para los árabes y a difundir una cultura abiertamente hostil contra España un edificio que fue donado al Ayuntamiento de Madrid para los necesitados".

Según Cantalapiedra, "en el barrio hay necesidades más importantes que hacer un centro islámico. Nosotros pedimos la preferencia nacional sobre los inmigrantes".

Preguntado acerca de que Casa Árabe es un organismo que depende del Ministerio de Exteriores y cuyo presidente es el ministro del ramo, y los vicepresidentes son Esperanza Aguirre, Manuel Chaves, Rosa Aguilar y Alberto Ruiz Gallardón, el líder de Frente Nacional se jactó de "la curiosa alianza proislamista de IU, PSOE y PP".

"Los fines son, independientemente de quienes sean los presidentes, extender la cultura islámica", añadió.

Casa Árabe no es 'para los musulmanes'

Fuentes de Casa Árabe aclararon que el lema de la concentración "parte de una mentira", porque dice que es una institución árabe cuando en realidad es sólo española, aunque tenga relaciones con países árabes.

Los responsables del organismo, tras ver los carteles, avisaron al Ayuntamiento que, al parecer, ya estaba al corriente. "En temas de seguridad no podemos opinar, sobre lo que se haga en la calle Casa Árabe no puede decir nada".

Por su parte, desde la Delegación del Gobierno se lamentaron de que "ante un mandato judicial, no podemos hacer nada". Según explicaron, habían argumentado su negativa al acto porque en la convocatoria y en la web del partido, además de mofarse del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, se lanzaban mensajes racistas y xenófobos.

En concreto, la resolución de la Delegación afirmaba que en las manifestaciones del partido en relación con la convocatoria "denotan un espíritu de menosprecio a los musulmanes, espíritu de menosprecio que esta Delegación no puede dejar que llegue a la vía pública".

Frente Nacional afirma en su página web que el alcalde ha "decidido donar con generosidad digna de mejor causa" el clásico edificio para convertirlo en un "Centro Cultural Islámico" (...) "Entendemos que esta medida, totalmente ajena u opuesta a los intereses de los vecinos, de los comercios y de la hostelería del barrio, sólo se justifica desde el notorio afán de protagonismo de un alcalde empeñado en agradar a los colectivos más conflictivos y en dar, al mismo tiempo, la espalda a la gente corriente que trabaja y paga impuestos", añaden.

El TSJM, según argumenta en su sentencia, "no puede compartir la decisión administrativa de entender que la finalidad que se persigue con la concentración instada sea racista o xenófoba al no apreciarse en las motivaciones recogidas en la página web de la actora ninguna provocación en el resto de la comunidad de sentimientos hostiles ni contrarios a la dignidad".

Fuente: El Mundo, 15 de mayo de 2008



“Sí, soy racista, no puedo con los musulmanes” Un centenar de ultraderechistas se manifiestan delante de la Casa Árabe

R. Carranco

Margarita Goicoechea, de 67 años, buscaba ayer nerviosa una lista donde firmar. “Sí, soy racista. No puedo con los musulmanes. Vivo aquí detrás y no me hace ninguna gracia tenerlos tan cerca”, explicaba la mujer, caminando de un lado a otro delante de la Casa Árabe. A su lado, un joven se cubría con una bandera preconstitucional a modo de capa. Dos pasos más allá, el preocupado era Enrique Martínez, de 72 años: “Ellos quieren vernos con el cuello cortado, y nosotros vamos y les cedemos las Escuelas Aguirre”.

Los tres asistieron a la concentración convocada por el partido ultraderechista Frente Nacional en contra de la cesión del Ayuntamiento del emblemático edificio de las Escuelas Aguirre, en la calle de Alcalá, 62, a la Casa Árabe. El motivo aducido era que no beneficia a los vecinos del barrio de Salamanca, donde se encuentra. Pero la concentración, a la que acudió un centenar de personas, se convirtió en una proclama racista contra la inmigración y el islam.

El presidente del Frente Nacional, Fernando Cantalapiedra, leyó un comunicado en el que calificó la cesión de “tinglado” y “operación ilegal”, y anunció “medidas legales en su contra”. También pronunció frases como “para los políticos, están antes los inmigrantes que los españoles”, y “el islam no debe tener cabida en Europa”, que se ganaron los vítores del público.

La Delegación de Gobierno intentó prohibir la concentración el pasado 5 de mayo por racista. Pero ayer, a las once de la mañana, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la autorizó al entender que su único objetivo era criticar “una actuación municipal concreta”. Y añadía que no suponía “ninguna provocación” ni “vejación” hacia los musulmanes.

Fuente: El País, 16 de mayo de 2008