Un informe alerta de la creciente islamofobia en los países de la Unión Europea


Barcelona, 03 / 05 / 2007 (Europa Press)

La convivencia con los extranjeros musulmanes ha experimentado un claro deterioro en los últimos cinco años en los países de la Unión Europea (UE), cuando han crecido las muestras discriminatorias y xenófobas, según advierte el estudio 'Musulmanes en Europa: discriminación y islamofobia', del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC).

En su presentación hoy en Barcelona, el director de la Unidad de Investigación del EUMC, Ioannis Dimitrakopoulos, recalcó que la investigación constata que "en la mayoría de Estados miembros de la UE los inmigrantes islámicos deben enfrentarse a numerosos problemas en su residencia".

Según Dimitrakopoulos, "a menudo los musulmanes son víctimas de estereotipos y prejuicios negativos", pero "es muy difícil atribuir tales fenómenos exclusivamente a la religión, en la medida en que los musulmanes son víctimas de múltiples discriminaciones basadas en la religión, el origen nacional o étnico, la lengua, el color de la piel, la nacionalidad, el sexo o incluso el estatuto jurídico".

El informe pone en evidencia que "los musulmanes en Europa sufren distintos niveles de discriminación y de marginación en materia de empleo, educación y vivienda". De hecho, este colectivo registra "tasas de paro altas y ejercen tareas poco cualificadas con una remuneración menor", dijo el experto, quien también remarcó que "el nivel educativo está por debajo de la media".

13 millones de musulmanes en Europa

Dimitrakopoulos también puso de relieve la dificultad de cuantificar la comunidad islámica presente en la UE, a la vez que indicó que las "cifras más conservadoras" la cuantifican en 13 millones.

Estas personas "se registran de forma inadecuada, por lo que no hay estadísticas oficiales en los distintos países", sostuvo. Al mismo tiempo destacó la presencia de una "nueva generación de jóvenes musulmanes que no quieren permanecer en un gueto cerrado, sino abrirse a la sociedad en la que residen, pero manteniendo su identidad cultural y religiosa".

En este sentido, advirtió del peligro que corren los inmigrantes de segunda generación -ya nacidos en el nuevo país- que no son bien recibidos por los medios de comunicación y los gobiernos. Estos agentes, dijo, "podrían alienar a estas personas".

Para Dimitrakopoulos, "la integración es una calle de dos direcciones", ya que la "población inmigrante debe adaptarse a los valores claves de la nueva sociedad", pero ésta "debe respetar y comprender", añadió.

Por su parte, el técnico de migraciones del Instituto Europeo de la Mediterránea -promotor del acto-, Xavier Aragall, explicó que el citado informe y otro, 'Percepciones de la discriminación y la islamofobia', también presentado hoy, nacen de la inquietud de la UE para atajar la discriminación por origen étnico y, en concreto, por motivo religioso, a raíz de los altercados acaecidos tras la publicación de unas viñetas de Mahoma en un diario danés y otros incidentes.

Según Aragall, los informes quieren alertar del "riesgo que corren los inmigrantes musulmanes ya nacidos en el nuevo país de residencia", lo que afecta especialmente a países como Francia, Holanda, Alemania y Bélgica. No así España donde la inmigración es relativamente nueva.

En Catalunya, "la mayor parte de inmigrantes acaban de llegar y provienen de Marruecos, Senegal y Pakistán". A pesar de que "no existen casos de discriminación" muy flagrantes, lo que causa problema en España es la "apertura de nuevos centros de oración como mezquitas".