Los siguientes datos están extraídos de informaciones suministradas por la Sección Palestina de Defence for Children International, en una declaración a la prensa el 18 de abril de 2007.
Actualmente hay aproximadamente unos 380 niños palestinos en las prisiones israelíes.
Muchos de estos niños están a la espera de juicio o sentencia, y otros están cumpliendo largos encarcelamientos por ofensas menores como tirar piedras.
Los niños palestinos están sujetos a los mismos procesos de detención, interrogatorio, juicio y encarcelamiento que los adultos.
Los niños palestinos bajo detención de los soldados israelíes no son informados de sus derechos, no tienen acceso inmediato a un abogado o a contactar con sus padres, con algún otro pariente adulto o con alguien que pueda ayudarles.
Los niños palestinos están privados del derecho a las visitas familiares mientras están internados en un centro de interrogatorio. Esto puede durar muchas semanas. Pero incluso una vez terminados los interrogatorios, un niño palestino puede quedar en el centro de detención por un período indefinido de tiempo, sin que se permitan las visitas familiares.
Los niños palestinos pueden ser privados de la visita de un abogado mientras están bajo los interrogatorios, por “razones de seguridad”, y esto puede durar hasta 90 días según las leyes militares israelíes.
En numerosos casos, los niños prisioneros palestinos no pueden ver a sus abogados hasta que se celebra la primera vista ante el Tribunal Militar.
Los niños palestinos son interrogados en centros de detención, y en muchos casos han sido agredidos, golpeados y torturados durante los interrogatorios. Entre los métodos de tortura se incluyen las amenazas psicológicas de hacer daño o encarcelar a los miembros de sus familias.
Los Tribunales Militares israelíes que juzgan a los niños palestinos utilizan profusamente las “confesiones” de los niños, sin necesidad de pruebas. La “confesión” es la principal “evidencia” usada contra los niños por estos Tribunales Militares. Es obtenida frecuentemente mediante coerción durante los interrogatorios. Una “confesión” se usa para implicar a otros niños palestinos presos.
La “confesión”, independientemente de cómo se haya obtenido, constituye la base de la sentencia contra el niño. No hay declaraciones de civiles, forenses o testigos militares, ni acceso del abogado antes de que la acusación se formule.
Todos los niños palestinos que son llevados ante los Tribunales Militares israelíes son sentenciados a prisión. Israel usa el encarcelamiento como una medida de primera instancia para los niños palestinos; sólo en muy pocos casos un niño ha recibido una sentencia alternativa.
Durante su estancia en prisión, los niños palestinos son sometidos a diversas formas de castigo por faltas menores, como ser encerrados en celdas de aislamiento, pérdida del derecho a las visitas familiares y restricciones a salir a cielo abierto. Los niños palestinos prisioneros no tienen los mismos derechos que los menores israelíes encarcelados, por ejemplo no tienen derecho a hacer llamadas telefónicas.
Para más información, visite Defence for Children International
Fuente: World View News Service
Traducción Observatorio de la Islamofobia
Véase también: El derecho de Israel a ser racista
