La Federación Europea de Asociaciones Argelinas critica la confusión entre Islam y terrorismo que se extiende por Europa


Europa Press, 06/03/2007

La Federación Europea de Asociaciones Argelinas denunció hoy la creciente islamofobia que se extiende entre las naciones occidentales y por la que se vincula Islam y terrorismo, y denunció, en palabras de su director general, Salem Esmati, que la guerra preventiva lanzada desde los atentados del 11-S ha provocado un "hostigamiento total" a la comunidad musulmana.

"Estamos a favor de la lucha contra el terrorismo pero en contra de que se criminalice a lo musulmán", precisó el presidente de la federación, Belmeddah Noureddin. La guerra preventiva conduce a la constitución de "pequeños guantánamos" en España, donde, denunció, se producen "encarcelaciones injustas antes de que los jueces tengan ninguna prueba" contra los encausados.

Esta tendencia, según Esmati, hace que "no se respete la legalidad internacional". Denunció el "hostigamiento total" que sufre la comunidad islámica por la confusión "entre Islam y terrorismo", lo que conduce a que se realicen "detenciones no a partir de pruebas, sino de indicios". Esmati criticó este cambio en la óptica de las autoridades, ya que se pasa de demostrar la culpabilidad a tener que demostrar "que eres inocente".

En esta línea, indicó que la organización pretenderá "luchar contra la islamofobia creciente a nivel global", ya que, actualmente "quien dice terrorismo, dice Islam", expuso, al tiempo que recordó que Argelia ha sufrido durante diez años el terrorismo de los grupos salafistas, por lo que, "en lugar de ser objeto de las miras y las detenciones policiales", se debería contar con ellos para abordar este tema.

La actuación de los medios de comunicación de promover una visión rígida y tópica de la comunidad islámica fue otro aspecto que criticó el secretario general. "Por el mero hecho de ser argelinos o musulmanes hemos de ser terroristas", declaró.

Puente de comunicación

La Federación Europea de Asociaciones Argelinas es un organismo de carácter continental que pretende ser "un puente de comunicación" entre sus representados y las distintas naciones que reciben a este colectivo inmigrante. Constituida formalmente desde el pasado 7 de enero, uno de los principales objetivos que se marca esta institución es fomentar el conocimiento recíproco entre receptores y argelinos, ya que los inmigrantes tienen que conocer la cultura del endogrupo, pero, asimismo, éste "tiene que conocer a la población que acoge", según explicó el presidente de la federación, Belmeddah Noureddin, quien destacó la función de puente de comunicación que espera de su organización.

Noureddin explicó que, desde un punto de vista político, la federación que preside coincide con el proyecto de Alianza de Civilizaciones del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, del que destacó su carácter integrador y conciliador.

Conceder ayudas de emergencia a quienes las necesiten, así como asesorar y apoyar jurídica y administrativamente desde un nivel local, nacional y continental será otro de los servicios que preste la federación, según indicó Noureddin. Esmati exigió la existencia de "deberes y derechos" para ambas partes, y señaló que será ésta una constante en la dirección de trabajo de la organización. Esmati recalcó que esta iniciativa pretende "aportar un grano de arena para mejorar las relaciones" entre el receptor y el inmigrante.

Por su parte, el embajador de Argelia en España, Mohammed Haneche, expresó en el acto de presentación de la federación su confianza de que ayude a la defensa de los "intereses legítimos" de los argelinos y que resulte "eficaz para desarrollar la amistad y la convivencia" entre las partes implicadas.

La continentalización de esta organización obedece a un intento de integrar a los distintos argelinos afincados en Europa en consonancia con el proyecto de construcción europea, según indicó Esmati. La federación aglutina a diversas asociaciones de argelinos de toda Europa y fija su sede en Palma de Mallorca, siendo España uno de los principales países receptores, con 36.000 argelinos registrados por la Administración española.