El PP abraza el discurso xenófobo

Fernández Díaz coincide con la ultraderechista Plataforma per Catalunya en su programa de inmigración


El País, Miquel Noguer. - La xenófoba Plataforma per Catalunya intentará obtener representación en 43 ayuntamientos el próximo domingo, entre ellos el de Barcelona. El control de la inmigración y la mano dura en seguridad son sus únicos reclamos. Pero los dirigentes de este pequeño partido lo tendrán difícil en la capital catalana. El candidato del Partido Popular, Alberto Fernández Díaz, se ha apropiado de su discurso, de algunas de sus medidas y de buena parte de sus propuestas sobre inmigración. La plataforma y el candidato popular defienden al unísono la prohibición del burka como prenda de vestir; castigar la “competencia desleal” de los comercios regentados por inmigrantes, endurecer las condiciones para empadronarse y priorizar el acceso de los autóctonos a los pisos sociales.

No le importa que le llamen xenófobo. Alberto Fernández Díaz cree que los que no siguen su discurso "se niegan a ver la realidad". Sin más. Y ayer, el candidato popular se dispuso a "abrirles los ojos" explicando un paquete de medidas que se propone aplicar “desde la primera semana” en caso de acceder al gobierno municipal. Piensa impartir cursos para que “los inmigrantes asuman como propios los valores de nuestra sociedad”. Cambiará el sistema de empadronamiento – no explicó cómo – para que los inmigrantes lo tengan más difícil para acceder a unos servicios sociales “colapsados”. Dicho colapso lo atribuyó a la llegada de inmigrantes: “Se han entregado más de 100.000 tarjetas sanitarias esta legislatura”, recordó entre aspavientos.

El candidato popular defiende medidas que ni siquiera se plantea la Plataforma per Catalunya, entre ellas, coordinar a los cuerpos policiales para expulsar de la ciudad a los inmigrantes irregulares.

No todos los inmigrantes son iguales. Si tiene que llegar mano de obra extranjera es mejor que sea de América Latina. “Por su cultura y su religión”, argumentó el candidato. Los inmigrantes de otras culturas le gustan menos: “No es que sus valores y cultura estén alejados de los nuestros, es que son claramente contradictorios muy a menudo”, dijo.

¿Qué expertos le han asesorado para tejer este discurso y elaborar el programa? El candidato no lo quiso explicar en la conferencia de prensa. También eludió reflexionar sobre qué podría haber ocurrido si en plena oleada migratoria de la década de 1960 se hubieran aplicado sus propuestas. Por ejemplo: ¿qué habría pasado si los inmigrantes de la década de 1960 no hubieran tenido a su alcance los bloques de pisos baratos de las grandes periferias? “Yo no estaba en aquella época”, se limitó a responder.

Eso sí, Alberto Fernández Díaz pidió un “plan de choque” para mejorar los servicios sociales. Se trata, dijo el candidato, de poder atender a las personas “de siempre” y “si hace falta, también a los inmigrantes”.

Ningún partido político respondió ayer a las propuestas de Fernández. El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, en su línea habitual, hizo campaña para Convergència i Unió llamando a “mantener la identidad y la unidad del pueblo catalán”.

La única voz crítica llegó desde el Consejo de la Inmigración de Barcelona. A la misma hora que Alberto Fernández explicaba sus propuestas, el consejo hacía un llamamiento a los candidatos a no vincular seguridad con inmigración y a no presentar a los inmigrantes como responsables del deterioro de los servicios sociales. La llamada llegó tarde.


Fuente: El País, 23 / 05 / 2007