La crítica al velo no tiene nada que ver con la liberación de las mujeres


por Lindsey German


Uno de los rasgos más desagradables de la ola de ataques a los musulmanes ha sido ver a feministas alineándose con los que apoyan los comentarios de Jack Straw contra el velo. Las mujeres que declaran creer en la liberación deberían tener más conocimiento. El movimiento de mujeres de los sesenta fue antirracista, surgiendo de los movimientos por los derechos civiles y contra la guerra en los Estados Unidos.

Aquellas que se adhieren a sus ideas hoy están atacando a algunas de las mujeres más oprimidas diciendo que es para liberarlas. Su idea preconcebida es que cualquier mujer musulmana que lleve el velo o el hiyab lo hace bajo presión.

Esto es falso –algunas mujeres pueden entrar en esta categoría, pero muchas mujeres musulmanas eligen llevar el niqab o el hiyab por su identidad, o por razones políticas u otras. Ellas están tomando una decisión que tienen todo el derecho de tomar.

Una podría pensar, por lo que se desprende de los ataques, que es sólo entre las mujeres musulmanas donde la opresión todavía existe. Pero de hecho las mujeres en Occidente no tienen siquiera la igualdad más elemental, a pesar de lo que se diga de boquilla.

Las mujeres sufren los peores sueldos, tienen que hacer la mayor parte del trabajo doméstico y están sujetas a dobles raseros sexuales.

Las feministas dicen a menudo que las ideas sobre la liberación de las mujeres tienen en Occidente ya doscientos años, lo que convertiría a Occidente en un lugar más avanzado que Oriente Medio o el sur de Asia. Pero la liberación de las mujeres ha sido durante mucho tiempo un punto de vista minoritario.

No fue sino hasta bien entrado el siglo XX que las mujeres conquistaron el derecho al voto, tras una larga lucha. Tuvo que haber otra larga lucha para lograr que se abordaran temas como el aborto, el salario igualitario o la liberación gay, ya en los sesenta y setenta.

Estas luchas todavía no han terminado. Sólo una pequeña minoría de mujeres se han beneficiado de los cambios en la sociedad –pagan a otras, a menudo inmigrantes, para que hagan el trabajo doméstico.

Ellas dieron la espalda a una lucha para cambiar el mundo y apoyaron una serie de sangrientas guerras contra países de población musulmana.

Hoy presumen de contarles a las mujeres musulmanas que no podrán liberarse hasta que no vistan y se comporten como ellas.


Fuente: Socialist Worker
Traducción Observatorio de la Islamofobia